La hija de Antonio David Flores no ha aguantado más y ha contado cómo se han encontrado en algunas ocasiones antes del concurso.
Las tensiones de Rocío Flores con algunos de sus compañeros de 'Supervivientes 2020' son más que evidentes. A pesar de que haya creado un vínculo muy fuerte con Avilés o Fani, tampoco le falta tiempo para enemistarse con Ferre o Nyno, con quienes no para de tener rifirrafes y más si de lo que hablan es de supervivencia. De momento ella evita salir a pescar, algo que molesta sobremanera a algunos de sus compañeros.
Pero más allá de estas tensiones, ha querido hablar de la manera que se le ha juzgado, y no solo por su llegada al concurso, sino antes de formar parte de los concursantes de Honduras. Parece que entre la oscuridad de la noche encontró el momento exacto para abrirse en cuerpo y alma y revelar cómo se ha sentido en muchas ocasiones. "Como me pintan no es como soy. Tengo carácter cuando lo tengo que tener, nunca he insultado a nadie ni he faltado el respeto a nadie. Para mí era un reto entrar al concurso porque se decía antes de llegar a la isla que yo era un demonio. Y a mí no me mueve la televisión ni la fama", ha empezado diciendo.
Mientras tanto, algunos compañeros como Avilés han querido hacer saber que ella ha sido de una manera distinta a la esperada, añadiendo: "Es una niña diez, para mí ha sido una grata sorpresa". Y en medio de esta conversación ha seguido diciendo haciendo referencia a todo lo que ha tenido que vivir desde casa por pertenecer a la familia que pertenece: "Llevo tantos años oyendo tantas mentiras que al final la que lo ha pasado mal en casa he sido yo. Al que se ha ha tragado mi ira y mis ataques de ansiedad ha sido mi padre". Se siente humilde
Por último, ha hecho alusión a otras muchas cosas que se han llegado a decir de ella, aunque esta última es algo que decía Kiko Jiménez sobre ella como ha recordado Barranco: "Se me ha llamado violenta por mi etapa en GH, y he sido humilde toda la vida de dios, jamás me he creído más que nadie", ha concluido.