Y en medio de todo esto, la revista Semana ha podido saber que la también hija de Pedro Carrasco se ha podido deshacer de una de las últimas propiedades que había heredado de su madre. Se trata de la finca El Administrador, el lugar donde la cantante pasó los mejores años durante su matrimonio con Pedro Carrasco. En cambio, tras su separación y posteriores fallecimientos, fue descuidada hasta el punto de optar la venta.
Fue en 2016 cuando Rocío Carrasco la puso a la venta por 2 millones de euros, un precio que no parecía convencer a ningún comprador. Tras un tiempo, la hija de Rocío Jurado optaba por rebajar su precio hasta 1,2 millones. Tal y como ha podido saber el mencionado medio, finalmente se habría vendido por un precio entre los 600.000 y los 80.000, es decir, contra otra significativa rebaja.
El acuerdo se habría cerrado ya el pasado 28 de enero de 2022 por lo que la finca ya no estaría a nombre de Rocío Carrasco. Esta propiedad se trataba de un cortijo andaluz de casi 1.500 metros cuadrados de superficie distribuidos en dos plantas. Esta además contaba también en el terreno con varios viñedos y una bodega propia.
Los problemas con la tasación
Tal y como la propia Rocío Carrasco contó en la serie documental, cuando se repartió la herencia hubo dos tasaciones de esta finca y del resto de los inmuebles. Una hecha por su tío José Antonio, donde todos tenía un valor mucho más bajo mientras que la heredada por Rocío Carrasco era más alta, para conseguir que la herencia tuviese que ser cambiada para ser equitativa. En cambio, según Rocío Carrasco, el valor de tasación de la finca el Administrador hecha por una empresa especializada era de "1,4 millones".