En el punto de mira se ha situado dicha falta de unión durante esta última semana ni más ni menos que por el enlace celebrado la semana pasada entre Rocío Carrasco y su pareja durante más de 15 años Fidel Albiac. A dicha boda los hijos de la novia no asistieron, algo que se conocía pero que no deja de ser sorprendente. Sus desavenencias se han convertido en el foco de los medios que no comprenden cómo han podido llegar hasta ese punto.
Perdura en el tiempo
Rocío Flores abandonó la casa de su madre en cuanto pudo y desde entonces no ha vuelto a saberse qué sucedió para que una relación que en circunstancias normales dura toda la vida, se haya roto así. Para la hija de Antonio David Flores, la mujer de su padre, Olga, se ha convertido en uno de sus pilares fundamentales, tanto es así que se ha atrevido a decir que hoy por hoy ella es su madre. Y Olga Moreno ya remarcó hace unos meses en una entrevista exclusiva que se considera una 'salvación' para los hijos de su pareja.
Relación a prueba de balas
Ni acudió al hospital cuando su hijo estuvo ingresado, incluso Antonio David Flores, su exmarido, habló sobre el asunto a Vanitatis: "A cualquier padre que le pasa eso a su hijo automáticamente deja el mundo para ir a verlo". También ha apuntado que la boda es toda una farsa, eso dijo en el momento en el que se anunció, achacando el evento a la falta de recursos de Rocío Carrasco y a la mala gestión de su patrimonio, por lo que de esta forma obtendría dinero fácil, y a la vista están las exclusivas que ha concedido sobre el evento.
Resulta bastante extraño para muchas personas que haya decidido casarse después de tantos años de relación, y sobre todo sin su familia. Es más, sus hijos se enteraron del enlace ni más ni menos que por la prensa, así que está claro que existe un distanciamiento inevitable y que de esta manera se han abierto viejas heridas que no habían cicatrizado.
Antonio David Flores contó en su entrevista exclusiva junto a su pareja Olga Moreno a la revista Semana que su exmujer llegó a decirle a su hija cosas muy fuertes como: "No soy tu madre" y "llorarás lágrimas de sangre". También contó que su hija le dijo: "¿Por qué mi madre no quiere hablar conmigo?¿Tan mala soy?".
Las redes sociales, medio de indirectas
Rocío Flores, poco después de casarse su madre, hizo una pequeña declaración a la revista Semana, donde deja claro todo el dolor que siente y ha sentido: "Que cada uno sea feliz y ya está". Las redes sociales han sido un buen tablón de anuncios para intuir cómo ha ido la relación de madre e hija en picado, lanzándose mensajes a modo de indirecta: "Quien mucho se ausenta pronto deja de hacer falta".
Otras de las cosas que publicó años atrás, cuando todo estaba más reciente es: "Si me necesitas, si me quieres, si de verdad te importo, aquí estaré" y "Decidí apartar de mi vida lo que no me aportaba. Dejé atrás un pasado que no tiene ni presente ni futuro. Si la quisiera ver, la vería". Así que es evidente que hay mucho resentimiento, rencor y sobre todo falta de predisposición entre las partes, por lo que quizás esta relación esté rota para siempre y no haya vuelta atrás.