Este miércoles 28 de junio se esperaba que tuviese lugar uno de los juicios más mediáticos del año en el que Rocío Carrasco se sentaría en el banquillo de los acusados por un delito de abandono a la familia por impago de la pensión a su hijo David Flores durante más de 40 meses. Junto a su hijo menor testificarían también su padre Antonio David Flores y su hermana Rocío Flores. Esto supondría el reencuentro de la hija de Rocío Jurado con sus dos hijos y su exmarido tras la emisión de su serie documental 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva' que cambió el curso mediático de esta familia.
Previsto para las 9:30 de la mañana, Antonio David Flores y sus hijos llegaban puntuales a los Juzgados de lo Penal de Madrid ubicados en Ciudad Lineal. Rocío Flores llegaba por delante de su padre y su hermano con semblante serio y sin hacer declaración alguna los medios que se encontraban allí esperando. A unos pocos pasos, padre e hijo mucho más tranquilos. Se esperaba también que en algún momento hiciese lo mismo Rocío Carrasco, a pie o en coche, pero ese momento nunca llegó.
Pocos minutos después, los tres volvían sobre sus pasos tras la cancelación del juicio al no presentarse una de las partes, la denunciada. Lo hacían juntos y sin hacer declaraciones a los medios: " Hasta luego, chicos. No puedo decir nada ", eran las únicas palabras que Antonio David Flores pronunciaba ante las cámaras. No obstante, se espera que este juicio tenga lugar en algún momento y que habrá sido aplazado a una fecha por el momento desconocida y que ninguno ha querido desvelar.
La codena a la que se enfrenta Rocío Carrasco
Rocío Carrasco se enfrenta a una pena de cárcel de un año y al pago de una multa de 15 mil euros por este presunto delito de abandono a la familia -en el que incluye el delito de omisión propia del obligado al pago-. Pero la que fuera también colaboradora de Telecinco en los últimos años podría no tener que entrar en prisión aunque sea declarada culpable ya que tal y como recoge el artículo 227 del Código Penal en lo referente a 'impago de pensión', la codena por este delito sería de "tres meses a un año" o a una "multa de seis a 24 meses". Al ser un pena inferior a dos años Rocío Carrasco podría librarse de ella (art. 80 a 87 del C.P.) si el juez suspende la ejecución de esta pena y establece el pago correspondiente al tiempo que tendría que estar privada de su libertad e incluso tener que hacer trabajos en beneficios de la comunidad. Una cantidad de dinero que se sumaría a la cantidad que pueda ir sumada a la codena. Según la jueza, la deuda de Rocío Carrasco asciende a 8.600 euros, en cambio la acusación reclama 15.000.
Este juicio supone, más allá del delito, un duro momento para Rocío Carrasco ya que tendría que reencontrarse no solo con el que fuera su marido y al que denunció ante la justicia y ante la audiencia de supuestamente haberla sometido a diferentes violencias de género durante su relación y los años posteriores teniendo como última consecuencia la no relación con los hijos que tienen en común, sino también el reencuentro con estos. La última vez que vio a cada uno de ellos fue en momentos diferentes: a Rocío Flores, el día que tuvo lugar la sonada y complicada escena de la agresión en su propia casa y por la que la joven, por aquel entonces menor, fue condenada; a David Flores en cambio lo vio por última vez también en los juzgados y con Olga Moreno de por medio quién primero dio una versión de cómo había ocurrido y que luego Rocío Carrasco le respondió con su famoso "no tiene coño, no lo tiene".