Los hijos del conocido actor estarían tratando de proteger la herencia de su padre de los intereses de Callau.
Alan Thicke se ha situado de nuevo, a pesar de haber fallecido en diciembre de 2016, en el centro de todos los focos tras formar parte de una lucha familiar después de que sus hijos Brennan y Robin, obliguen a la tercera mujer del fallecido, Tanya Callau, a acudir a los tribunales por la herencia de su padre. La modelo había reclamado que el acuerdo prenupcial que había firmado antes de que su matrimonio fuese invalidado.
Según informan algunas fuentes, la tercera mujer de Alan Thicke estaría tratando de reclamar una parte importante del patrimonio del actor del cual ella es titular según el acuerdo firmado. Brennan y Robin Thicke, fiduciarios de la herencia de su padre, quisieron mandar el pasado martes 16 de mayo una petición para que el tribunal les permita gobernar sobre la validez de la herencia de su progenitor, reclamando que así lo quieren hacer para honrar la memoria de su padre, proteger su herencia e impedir las intenciones avariciosas de Callau.En realidad, el productor había repartido a sus tres hijos las diferentes áreas a partes iguales de su rancho 'Carpintería' en California, el 75% de sus objetos personales y el 60% de su estado restante. A su pareja, en cambio, dejó en herencia el mobiliario del rancho, el 25% de sus objetos personales, una política de seguro de vida valorado en 500.000 dólares, todas sus indemnizaciones por el fallecimiento y el 40% de su estado restante.
El director le proporcionó a Callau la posibilidad de vivir en el rancho, siempre y cuando ella pague los gastos y mantenga la propiedad en regla. Ahora, los hijos de Thicke demandan la expareja de su padre declara que el acuerdo prenupcial que firmó, resultó ser inválido. Según la petición archivada en el Tribunal Superior de Los Ángeles, el acuerdo renovado en febrero de 2016 dejaba al tío de Robin Thicke, Todd Thicke, como fiduciario de la herencia, algo que Callau no criticó en ningún momento.Un proceso polémico
"Sin embargo, a pesar de todos los beneficios y la planificación que Thicke dejó, Tanya Callau exige más. Ahora que Alan está muerto, Tanya demanda que hay numerosos problemas con la herencia y el acuerdo prenupcial firmado en 2005. Callau afirma que no hay ninguna posibilidad de que el acuerdo se mantenga en el proceso legal", se podía leer en la petición.
Alex Weingarten, el abogado de Brennan y Robin Thicke, ha confirmado: "Mis clientes se están esforzando en resolver toda esta situación sin necesidad de acudir a los tribunales. La única cosa por la que se preocupan es por proteger la herencia de su padre y honrar sus intenciones. Es exactamente lo que vamos a hacer".