La empresa de Robert de Niro ha presentado una querella de 6 millones de dólares en un Tribunal de la ciudad de Nueva York contra una exempleada a la que acusan de malversar fondos y desperdiciar un gran número de horas de su trabajo viendo películas y programas de Netflix.
La gran compañía, Canal Productions, ha denunciado a Chase Robinson por, supuestamente, acumular enormes gastos en alojamientos y restaurantes además de utilizar millones de kilómetros acumuladas por el actor estadounidense como viajero frecuente de aerolíneas para sus viajes personales, según ha informado la revista Variety.
La demanda se presentó el sábado 17 de agosto de 2019 y el documento judicial dice que la empleada había sido contratada por Robert De Niro en 2008 y, años después, ascendió a Vicepresidenta de producción y finanzas de la empresa con un sueldo anual de 300.000 dólares. La acusada abandonó su puesto de trabajo en abril y ya llevaba consigo varias sospechas sobre un posible sabotaje a la compañía.
Según la demanda, la empresa apunta que rara vez acudía a las oficinas y que dedicaba "cantidades astronómicas de tiempo" viendo Netflix durante sus horas de trabajo. También explica detalles como que durante el mes de enero de ese mismo año, Chase Robinson gastó una considerable suma de dinero de la empresa en comidas y cenas mientras veía la serie 'Friends'.
Más de 50.000 euros de gasto
"Ver series en Netflix no era de ninguna manera parte de las responsabilidades ni estaba relacionado con el trabajo de Robinson", han redactado en la querella, señalando que se trataba de una forma de entretenimiento en horas por las cuales se le pagaba para trabajar. La antigua empleada está acusada de gastar, sin autorización, un total de 21.000 dólares en restaurantes y supermercados y 32.000 en transporte de Taxis y Uber.
Entre las curiosidades del caso de las que han informado los medios locales como la Variety, se encuentra el hecho de que en el correo escrito por Chase Robinson para su renuncia dijo que le parecían unas acusaciones "ridículas". La ejecutiva también redactó una carta de recomendación para sí misma que Robert De Niro se negó rotundamente a firmar.