Lo que al principio tomó como algo normal, un estado puntual del cuerpo, casi le cuesta una de sus actuaciones. Al acabar, Williams, seguía babeando y sintiendo las molestias en su brazo, por lo que decidió acudir de urgencias a un hospital de Londres para que le examinaran. "Me hicieron algunas pruebas en el corazón y en el cerebro y me dijeron que habían encontrado algunas anomalías, entre ellas, algo que parecía sangre en mi cerebro", aseguraba el cantante.
Admitió que los resultados de las pruebas le asustaron bastante, por lo que su medico decidió mandarle a la UCI donde pasó siete días bajo observación. Cuando llamó a Ayda Field, que se encontraba en los Estados Unidos, se llevó un gran susto cuando le contó lo que estaba pasando. Williams quiso tranquilizarla diciéndola que estaba rodeado por médicos vigilándole en todo momento.
Cada día mejor
Robbie Williams, que se encuentra en su mejor momento profesional y personal, quiso tranquilizar a sus fans a través de un vídeo en el que les decía que no se preocuparan que todo iría bien. El cantante no paralizaba un tour por mala salud desde 1998, ya conoce su cuerpo y sabe cuándo no puede continuar con sus conciertos. En su última aparición después de cinco semanas de reposo reconoció que en breves estaría mejor que nunca.