La agorafobia es la fobia a los espacios abiertos. Es un trastorno muy particular que provoca ansiedad ante los espacios sin límites claros, y puede llegar incluso a provocar ataques de pánico. Debido a esta fobia, el cantante ha revelado que estuvo durante tres años sin poder moverse del sofá.
"Era mi cuerpo y mi mente los que me decían que no debía ir a ninguna parte, que no podía hacer nada", ha confesado a The Mirror. El británico ha asegurado que lo único que se repetía es que tendría que esperar y literalmente lo que hizo fue sentarse y esperar. Una larga espera que terminó alargándose durante años.
"Fui agorafóbico desde 2006 hasta 2009. Esos años los pasé usando un caftán de Cachemira (bata de estar por casa de diseño de lujo), comiendo Kettle Chips, creciéndome la barba y quedándome en casa", ha afirmado el artista. Durante los años en los que sufrió este trastorno paralizante, rechazó muchas ofertas que le habrían hecho ganar millones.
Según Robbie Williams, las cosas empezaron a cambiar en el momento en el que escuchó por la radio la canción de 'Human' del grupo The Killers. La canción dice "a veces me pongo nervioso cuando veo una puerta abierta", esas letras resonaron en él. Fue en ese momento en el que según ha contado a The Mirror decidió empezar con la terapia, y tras recibir ayuda logró volver a los escenarios.
"Fui agorafóbico desde 2006 hasta 2009"
La vuelta no fue tan fácil como esperaba, llegó a enfrentarse a situaciones vergonzosas y cometió más de un error en diferentes actuaciones. El cantante ha descrito su regresó al estrellato como: "tener un accidente automovilístico y luego aprender a caminar de nuevo". Por mucho que intentó que todo volviese a la normalidad, no fue hasta que recibió una llamada preguntándole si consideraría una reunión con el grupo de música Take That cuando las cosas cambiaron a mejor.
Tras comenzar la gira con el grupo en 2011 las entradas batieron el récord de ventas volviendo a elevar a Robbie Williams a lo más alto. También ha mostrado todo su agradecimiento hacia su esposa Ayda Field por ayudarle a atravesar los baches y a ponerse en forma. El artista ha confesado que también sufrió un trastorno dismórfico corporal.
"Me doy una palmadita en la espalda a mí mismo"
El excantante de Take That ha dicho que sí que padece un trastorno alimentario nocturno que le provoca comer a media noche y que está relacionado con el sueño. Una consecuencia de todo por lo que ha pasado. A pesar de ello, ha afirmado que poco a poco se va gustando más así mismo.
Entre la ayuda de su familia, las terapias y una lucha continua ha dicho: "También me doy una palmadita en la espalda a mí mismo", porque ha conseguido vender casi 90 millones de álbumes y batir el récord de premios Brit con 18 a su nombre. Es feliz viviendo en las Vegas con su mujer y sus tres hijos además, de ser uno de los artistas británicos más reconocidos de la historia.