Es triste tener que separarte de la persona que más quieres en el mundo, y más cuando es para toda la vida. Rio Ferdinand, excapitán del Manchester United y actual jugador del Queens Park Rangers, ha tenido que pasar por una situación como ésta durante la noche del pasado viernes 1 de mayo, cuando la lucha contra el cáncer de mama vencía a su esposa Rebecca Ellison, de 34 años, y se la llevaba para siempre. Una amarga despedida que llega tras seis años de matrimonio y que deja al amparo de un padre destrozado a sus tres pequeños.
Desde entonces, el británico no ha parado ni un solo momento de recibir mensajes de apoyo, tanto de sus fans como de su círculo cercano de amigos y familia. Ha sido él mismo el que ha querido anunciar la trágica noticia de la que él mismo llama " su alma gemela ", en un comunicado recogido por varios medios, como la BBC, que decía: "Rebeca, mi maravillosa esposa, ha fallecido después de una corta batalla con el cáncer, en el Hospital Royal Marsden de Londres. Era una madre fantástica para nuestros tres hijos. Siempre vivirá en nuestra memoria, como guía e inspiración ", compartía el futbolista entre tiernas palabras.
Por supuesto, Ferdinand también ha aprovechado para agradecer a todo el mundo el cariño recibido a lo largo de este perido de tiempo : "Tanto mis padres, Janice y Julian, y yo como los padres de Rebecca, Lesley y Stephen, queremos dar las gracias a nuestras familias, amigos y a mis compañeros del club que han estado con nosotros durante estos desesperados días, semanas y meses ", comunicaba el deportista . Un mensaje en el que tampoco podía faltar el agradecimiento hacia los profesionales médicos que han hecho todo lo posible por salvar la vida de su esposa: " No olvidaremos sus esfuerzos por prolongar la vida de Rebecca ".
6 años de matrimonio y 3 hijos juntos
Una difícil situación que tardará mucho tiempo en asimilar y superar y que deja sin madre a sus hijos Tia, de 4, Tate, de 6, y Lorenz, de 9 años. "Nuestro dolor, como familia, es total. Agradeceríamos que nos dejasen llorar su muerte en privado ", pedía como muestra de respeto el jugador en su comunicado. Un desconsuelo que siempre cuesta y costará afrontar y contra el que tendrá que luchar Ferdinand el resto de su vida. Por el momento, la tristeza será el único sentimiento que acompañe al jugador.