La cantante de Barbados lo tiene difícil para alejarse del punto de mira de sus seguidores. Primero trató de relajarse en una playa en Polonia sin éxito y, después, acudió al concierto de Kings of Leon sin apenas poder caminar, costándole las críticas de sus fans.
Finalmente encontró su momento de paz en Viena, donde continuó su gira 'Diamonds World Tour'. La prueba está en una foto que publicó en su Instagram, donde posa tumbada con un bikini amarillo con un estampado de guitarras eléctricas bajo el título 'Oh baby, soy una rock star'.
Este grupo actuará el 11 de julio en Bilbao, ciudad que la cantante también visitó para inaugurar su gira europea. La artista ha actuado en otras ciudades del continente como Birmingham (donde tardó dos horas en empezar) o Amsterdam, donde disfrutó de la legalidad de fumar marihuana en coffee shops.