La cantante no dudó en disfrutar de uno de los premios musicales más importantes entre alcohol y presumiendo de una bonita petaca.
Rihanna, a pesar de ser una de las nominadas a los Premios Grammy 2017, no tuvo la suerte de hacerse con un trofeo, pero no por eso se lo pasó peor que los ganadores, porque, sin esconderse, presumió de una espectacular petaca repleta de brillantes, un objeto que sin ninguna duda atrajo la atención de muchas miradas no solo porque era bonito, sino porque la cantante estaba enseñando a todo el mundo lo que tenía pensado hacer durante la gala.
Acompañada por una amiga y vestida de Armani Privé en tonos naranja y negro, no se llevó ninguno de los siete premios a los que estaba nominada, pero bebió, bailó, se grabó y llamó a sus amigos. Su asistenta Jennifer Rosales tampoco dejó de beber, y entre risas hicieron algunos comentarios cuando las cámaras les enfocaron. Nada de vergüenza
Varios vídeos del divertido momento circulan por la red, es más, incluso ella ha publicado un collage en su cuenta oficial de Instagram, y es que además de las imágenes, incluía una frase muy descriptiva que decía: "Creo que es el momento de beberse otro chupito".
Parece que no hay nada que amargue a la cantante de Barbados, porque a pesar de haber roto su relación con Drake y de la incomodidad que le provocó saber que tenía algo con Jennifer Lopez, se muestra sonriente allá por donde pisa. No es la primera vez que hace alarde de su gusto por el alcohol, porque procura que no le falte una copa en la mano.