La cantante aprovechó su visita a París para realizar una divertida sesión de fotos junto al famoso monumento, a pesar de ser asediada por las últimas malas críticas de sus conciertos.
Una de las grandes ventajas de ser una cantante de éxito como Rihanna es que podrá visitar prácticamente cada esquina del mundo, mientras promociona sus últimos temas o realiza alguna actuación. Tras haber pasado recientemente por nuestro país, la de Barbados ha dirigido sus pasos a París.
Rihanna aprovechó un descanso entre ensayos y conciertos de su 'Diamonds Tour' para convertirse en una turista más y visitar uno de los monumentos más fotografiados del mundo: la Torre Eiffel. La cantante, que lucía unos tacones de aguja con un look muy casual, aunque sin sujetador, se dedicó a hacer toda una sesión fotográfica junto a unos amigos, con la famosa torre al fondo.
Contenta, pero criticada
La intérprete de 'Right Now' no podía parecer más feliz, y eso que tiene pocas razones para estarlo. A la reciente ruptura con el que era su novio, Chris Brown, se suman las críticas que la acusan de haber subido al escenario de su concierto en Amberes borracha y colocada. Además, comenzó su concierto dos horas tarde, algo que se repitió al día siguiente tras haber estado de fiesta hasta las 4 de la madrugada.
La cantante no parece verse afectada por la mala prensa, y sigue dando vueltas al mundo con su gira, que ya ha pasado por Bilbao y Barcelona. También cruzó la frontera para actuar en Portugal, donde conoció al futbolista Cristiano Ronaldo.