El cantante se encontraba en un hotel de Buenos Aires, Palermo concretamente, pasando unos días después de haber asistido el día 2 de octubre a un concierto de Niall Horan, con el que estaba buscando acercar posturas y retomar la relación tras años convulsos con sus excompañeros de banda. La situación se complicó y, según se ha podido saber, el dueño del hotel en el que se encontraba tuvo que llamar a emergencias para que alguien fuera hasta allí a poner orden.
Liam Payne estaba supuestamente fuera de sus casillas tras haber consumido drogas en su habitación, la cuál estaba completamente destrozada y llena de sustancias de todo tipo. Tras las dos llamadas que realizaron desde el hotel se produjo el fatal desenlace, cayendo Liam Payne por la ventana de su habitación, desde un tercer piso al patio interior de hotel, en el que se encontraba la piscina y la terraza del restaurante.
La causa según los servicios de emergencias
"Aparentemente tenía una fractura de base de cráneo, una lesión muy grave. El cantante tenía lesiones gravísimas incompatibles con la vida producto de su caída, o sea que tuvimos que constatar el fallecimiento, no hubo posibilidad de reanimación", decía en un programa de la televisión argentina. Además, han explicado que supieron quien era rápidamente al comprobarlo en el pasaporte del artista.