La presentadora ha tenido que salir una vez más al paso de desagradables comentarios sobre su figura.
Hace ya más de tres años que tuvo que empezar a defenderse de los constantes ataques que recibía a consecuencia de su aumento de peso. Unos kilos que cogió por la mejor de las razones: había dejado de fumar. Desde entonces su cuerpo ha cambiado y evolucionado y está feliz y contenta por ello. Como también lo ha estado cuando su cuerpo ha vuelto a cambiar durante los dos embarazos gracias a los que han nacido sus pequeños Pepe y Lucía. Ahora, una vez más, por desgracia, Tania Llasera ha tenido que volver a leer en sus redes sociales desagradables comentarios sobre sus kilos o no kilos, todo ello sin olvidar que, desde que fuera madre, cuando no es por una cosa, le critican por otra, tachándole de mala madre una y otra vez.
Ella, también una vez más, ha contestado al comentario mostrándose más que orgullosa de su cuerpo y también, en esta ocasión, aludiendo a su marido, al que le encantan sus curvas: "Mi marido me quiere a mí, le gusta mi esencia, y eso no cambia, no envejece, ni tiene que ver con curvas, ni celulitis", decía a lo largo de su discurso.
El zasca de Tania Llasera al 'cavernícola'
Su marido está feliz, está orgulloso y su pasión sigue tan fuerte como el primer día. Así lo ha escrito la presentadora: "Querido #Cavernicola, mira tú por dónde todavía tengo tripita...¿igual es porque no hace ni 3 semanas que parí. Se llama evolucionar, cambiar, y aceptarse. Por cierto, el padre de mis hijos está muy orgulloso, al igual que yo, de mis curvas y mi nuevo cuerpo; que ha hecho el milagro de darnos no 1, sino 2 bebés sanos y preciosos. Ya he comentado alguna vez que me costó tiempo encontrar a mi pareja pero escogí muy muy muy bien. Mi marido me quiere a mí, le gusta mi esencia, y eso no cambia, no envejece, ni tiene que ver con curvas, ni celulitis. Nuestro amor va mucho más allá, y pasa por encima de esas minucias. La pasión que sentimos ahora mismo el uno hacia el otro, vuela alto y no tiene ojos más que para nuestros dos angelitos: Pepe y Lucia. Hay tantas cualidades que son más importantes que la belleza, o la dichosa talla, evolucionemos por favor, hombre cavernoso".