Desde ayer varios medios estadounidenses y europeos se hacían eco de una declaración en el 'Us Weekly' en la que se apuntaba a un posible embarazo de la prometida de George Clooney, la libanesa Amal Alamuddin. Una noticia que corrió como la pólvora e inundó muchos de los principales medios de comunicación hasta que el representante del actor, Stan Rosenfield ha desmentido dicha información con un tajante "Amal no está embarazada".
El culpable, un vestido rojo
Estos rumores 'familiares' chocan con otras informaciones que apuntaban a un grave deterioro de la relación sentimental, incluso se apuntaba a que el principal problema era el acuerdo sobre el patrimonio de ambos y el afán de protección del actor sobre sus más de 220 millones de dólares, una fortuna que según las fuentes no estaría dispuesto a compartir.