Después de que Boris Izaguirre y Tamara Falcó hayan tenido una mu buena amistad, las cosas se han torcido entre ellos, y es que el televisivo ha dado a entender que es muy probable que no sea invitado a la boda de la Marquesa de Griñón con Íñigo Onieva.
Los dos tuvieron un distanciamiento después de un enfrentamiento que no se ha resuelto, y a juzgar por las palabras de Izaguirre, todo parece indicar a que seguirá siendo así. Fue en el programa 'Lazos de sangre' cuando lanzó un alegado a su favor después de que Onieva le fuera infiel, diciendo: "Es una situación difícil para las mujeres. Durante mucho tiempo parecía que la víctima absoluta de la infidelidad era la mujer a la que se ha cometido la infidelidad. Como si tuviera que guardar silencio, unas formas, no asumirlo, no enfrentarlo... En este caso de Tamara ha habido un cambio importante", pero a pesar de su apoyo público, no mostró el mismo tipo de apoyo tras unas palabras con las que Tamara Falcó habría atacado directamente al colectivo LGTBIQ+ cuando acudió a un congreso católico.
La hija de Isabel Preysler dijo lo siguiente: "Ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad, hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal. Creo que en otras generaciones no era tan evidente ", sin embargo, estas palabras según ella fueron malinterpretadas porque en ese momento quería hacer alusión directa a las infidelidades del que se convertirá muy pronto en su marido.
Boris Izaguirre no dudó en dar su opinión a través de su columna de El País, diciendo: " No es mi estilo sermonear, pero, si tuviera que decirle lo que pienso, sugeriría un alejamiento de las malas compañías y quizás una disculpa explícita. Puedes ser buen católico sin convertirte en ultra ", por lo que Falcó se enfadó con él por su gesto.
Tras lo sucedido, contó Izaguirre que se arrepentía de haber compartido esa reflexión, diciendo después: "Si pudiera yo hubiera preferido no escribir ese artículo. No creo que una regañina a un amigo tenga que convertirse en algo público y de eso me arrepiento, de no haber tenido el arresto de llamarla por teléfono". Pero las cosas se habrían tensad o, así que ahora su invitación está en el aire.
Aún hay margen
"La verdad es que no me compensa dar este tipo de declaraciones en este momento", ha dicho en uno de los eventos a los que ha acudido. Peor tampoco ha dudado en decir: "No sé si estoy invitado a su boda ". Aún falta para que se celebre el enlace el 8 de julio de 2023, así que hasta que legue el momento puede que las cosas cambien.