La Reina de Inglaterra ha sido salpicada por los Paradise Papers por las inversiones del Ducado de Lancaster.
La revelación de los Paradise Papers ha sorprendido de nuevo al mundo, que todavÃa trata de asimilar recordando los Papeles de Panamá que las personas más ricas y poderosas del mundo quieran serlo todavÃa más a costa de esconder sus fortunas en sociedades offshore radicadas en paraÃsos fiscales. La filtración ha sido obtenida por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, que ha compartido los documentos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.Son muchos los nombres que han salido a la luz con la nueva filtración, pero si hay uno que ha sorprendido es el de Elizabeth Alexandra Mary Windsor, o lo que es lo mismo, la Reina Isabel II, jefa del Estado no solo de Reino Unido, sino también de otros 15 paÃses. Pase lo que pase, la reputación de la Reina ha quedado manchada tras 65 años como Monarca, algo que va a costar olvidar además en el tramo final de su reinado y de su vida.
AsÃ, Isabel II está sorprendida primero y horrorizada después al haberse enterado de cómo se ha estado invirtiendo parte del dinero que obtiene más allá de la asignación que recibe por parte de los contribuyentes para el sostenimiento de la Casa Real Británica. Como señala la prensa del paÃs, portavoces de Su Majestad han remarcado que la Reina Isabel no ha participado en esas inversiones y que no sabÃa de la existencia de ventajas fiscales.Por otro lado, la parlamentaria del Partido Laborista y expresidenta del Comité de Cuentas Públicas de los Comunes, Margaret Hodge, ha asegurado que la Reina se sentirá horrorizada al saber cómo se han invertido parte de sus finanzas. "Creo que la propia Reina se sorprenderÃa al ver que sus asesores han utilizado paraÃsos fiscales en los que invertir su dinero y que su reputación ha sido manchada por las acciones de los asesores fiscales", ha señalado en declaraciones a BBC que recoge Daily Mail.
El suculento Ducado de Lancaster
Los ingresos en cuestión provienen del Ducado de Lancaster, una propiedad privada creada en 1399 para que el Rey o Reina obtuviera ingresos. Estas tierras se heredan y no se pueden vender, por lo que algún dÃa serán del ahora PrÃncipe de Gales. El Ducado ofrece jugosos beneficios, algunos de los cuales sirven para mantener las actividades oficiales del Duque de York, los Condes de Wessex y la Princesa Real, mientras que otros se invierten para que den más beneficios.
Esto está permitido por la Ley, que deja que la Reina obtenga ingresos más allá de la llamada The Sovereign Grant. Sin embargo, el programa llega al conocerse que con parte del que ha generado el Ducado de Lancaster se ha invertido en fondos en las Islas Caimán y Bermudas, dos paraÃsos fiscales. De todos modos, una fuente de Buckingham Palace ha señalado que la Reina paga voluntariamente sus impuestos por el Ducado de Lancaster y sus inversiones.Lo peor de todo es la inversión en las Islas Caimán en BrightHouse, una empresa minorista de alquiler con opción a compra acusada de explotar a personas con pocos recursos. Esta compañÃa ha sido acusada por el Parlamento de imponer pagos con intereses al 99,9%. Por otro lado, entre 2004 y 2010, el Ducado de Lancaster invirtió dinero en el Jubilee Absolute Return Fund, radicado en Bermudas.
En cuanto a declaraciones institucionales, no ha habido, más allá de portavoces de la Casa Real. Asimismo, Buckingham Palace ha remitido todas las preguntas al Ducado de Lancaster, que ha declarado que todas las operaciones e inversiones están auditadas y son legales. De todos modos, el director de finanzas ha señalado a The Guardian que no conocÃan la inversión en BrightHouse.