La Reina Isabel en ningún momento, pese a lo dicho, expresó alegría cuando su nieto le dijo que iba a llamar a su hija con su apodo cariñoso.
Pese a que el Príncipe Harry y Meghan Markle aseguraron que habían elegido el nombre de su hija, Lilibet, en honor a la Reina Isabel, y que además ella les había dado su bendición, nada más lejos de la realidad, porque resulta que la abuela del Príncipe Harry se enfadó mucho por esta elección.
"Nunca la vi tan enfadada", ha dicho una persona que trabajaba en palacio por aquel entonces, según recoge el nuevo libro 'Carlos III: Nuevo rey, nueva corte. The Inside Story', del analista real del Daily Mail Robert Hardman. Su enfadó fue aún mayor cuando su nieto y su mujer mintieron al decir que ella les había dado permiso, algo que al parecer no era real. Es más, los Duques de Sussex dijeron públicamente que no habrían usado su apodo familiar privado si ella no les hubiera apoyado, pero esta frase sería completamente mentira. Es más, la pareja incluso ordenó a su bufete de abogados, Schillings, que escribiera a emisoras y editores de noticias, especialmente a la BBC, diciendo que las afirmaciones de que no le pidieron permiso eran falsas y difamatorias, y no debían repetirse. Por otro lado, en este libro que es publicado por el Daiy Mail también se detallan cómo fueron los últimos momentos de la Reina Isabel antes de su muerte, algo que se encuentra en los archivos reales.
La razón por la que el nieto de la Reina y su mujer decidieron poner este nombre a su hija se desconoce, aunque por aquel entonces la Reina Isabel tenía tensiones con el Príncipe Harry por haberse marchado de Reino Unido y dejar de cumplir con sus deberes reales. Pese a marcharse de la Casa Real, seguía perteneciendo a la familia, si bien es cierto, las visitan fueron muy pocas desde que se fueron en un primer momento con su hijo hasta que murió la reina, y después la tensión ha continuado. La tensión familiar continúa
El Príncipe Harry viajó solo a la coronación de su padre como Rey Carlos III, algo que evidencia la mala relación que su mujer, Meghan Markle, tiene con su familia. Tampoco él permaneció mucho tiempo en Reino Unido, porque tan rápido como pudo se marchó a Estados Unidos para poder celebrar el cumpleaños de su hijo Archie Harrison.