El aeropuerto fue el lugar perfecto para tener una charla con Sandra Barneda sobre su nueva novela antes de arrancar un viaje exprés por los escenarios en los que sus personajes dan rienda suelta a su juventud y, posteriormente, a su emocionante reencuentro. La periodista ha presentado 'Las olas del tiempo perdido', un nuevo libro en el que ha plasmado de una manera muy bonita y pura la amistad, ese sentimiento que se mantiene en el tiempo, que perdura y que un reencuentro puede hacer aflorar de manera totalmente inesperada.
Sandra Barneda habla de esa vida que se tiene de adolescente en la que parece que nunca va a pasar nada malo pero es precisamente una pérdida lo que da sentido a esta novela tan sentimental y cruda a la vez. Junto a la periodista hemos recorrido los lugares por los que sus protagonistas -Belén, Lucía, Diego, Martín y Adrián- disfrutan de sus veranos como adolescentes y los lugares que han sido testigos de su reencuentro de adultos en honor a Adrián.
Ajo, una localidad de Cantabria de lo más acogedora, nos recibió vestida con sus acantilados y con un sol maravilloso, y allí descubrimos La Ojerada, esos dos ojos al mar cantábrico que atrapaban, y su colorido Faro. La playa de Cuberris también nos recibió vestida y, en su caso, de atardecer y todos nos sentimos un poco de Los Cinco -cuando leáis la novela lo entenderéis-. Además, todas las casas de la zona evocan perfectamente la de la protagonista del libro y nos permitió sumergirnos de lleno en la historia. Aquí os dejo nuestra charla con la presentadora, quien también nos habló de televisión y, sobre todo, de ilusión.
Bekia: Publicación de libro y presentación de la quinta temporada de 'La isla de las tentaciones'. ¿Cómo estás ante esta vorágine?
Sandra Barneda: Ha venido todo de golpe, ha sido casualidad. Hacer una pandilla y una tribu para ver el programa como en la novela pues fíjate. Feliz, no te puedo decir otra cosa. Hoy para mí es un día muy importante después de estar dos años trabajando con una novela. El día que sale al público siempre es un motivo de celebración. Siempre es un trabajo mucho más personal, más íntimo y cuando sale ese día es súper bonito y emocionante, con muchas ganas de que la gente lo lea y lo tenga en sus manos. Había muchas ganas, sobre todo después del Premio Planeta y estoy emocionada.
B: Háblame de 'Las olas del tiempo perdido'. Cuéntame cómo llegaste a esta historia de amistad pero también de dolor.
S.B.: Quería hacer un homenaje a la amistad, quería hablar de los vínculos, del poder de pertenencia, el sostén que tú tienes como un antídoto a la soledad, que para mí es uno de los grandes males del siglo XXI y es un mal transgeneracional, que es para mayores, para jóvenes, para todos. De ahí empecé a tirar del hilo y se te ocurre hacer un reencuentro, un homenaje a esos primeros veranos donde lo descubres prácticamente todo y luego lo vives de otra manera. Donde te crees que la vida no tiene final y de forma abrupta ocurre algo a ese grupo de amigos que les hace separarse y no poder sostener la tristeza y ese reencuentro 21 años después se produce como una celebración muy bizarra, que es el cumpleaños de un muerto.
A partir de ahí lo que surge es una novela muy vital, porque en realidad te habla de que puedes decidir detener la vida pero el tiempo no se detiene nunca y es ese constante recordarte, ese carpe diem, ese 'club de los poetas muertos' que empiezo la novela con ese poema y luego ese videocine de verano con la película y ese saltar a la piscina con carpe diem.
B: ¿Hay algo de ti en este libro? ¿Te reflejas en alguno de los caracteres de los personajes?
S.B.: Es que está todo. Cuando escribes siempre te nutres de tu laberinto emocional. Como hecho o como experiencia o como algo que yo haya vivido no hay nada pero evidentemente está mi parte de laberinto emocional que es desde dónde tejes a los personajes.
B: Has plasmado perfiles muy variados y es una novela en parte bastante cruda también porque has querido sacar un poco lo malo de la gente.
S.B.: Yo te diría bastante realista. Al final no es una novela edulcorada, vuelvo a hacer una anatomía de las emociones. Cada uno, con nuestras decisiones de la vida vamos tejiendo nuestra propia vida y vamos esculpiendo nuestro carácter. Aquellos niños que se conocieron a esos adultos que vuelven a reencontrarse les ha pasado la vida por delante y es un poco todo lo que han vivido y en todo lo que se han convertido. Al final creo que hay una lectura que es 'el amor puede con todo' al igual que la amistad.
B: Digamos que gira un poco en torno a la muerte pero sobre todo en torno a la amistad perdida. ¿Dirías que en algún momento la amistad a ti te ha salvado?
S.B.: La amistad nos salva a todos. No es a mí. La amistad está presente en tu vida, el momento en el que te ocurre cualquier cosa y sabes que hay cierta persona que puedes llamar a la hora que sea y te va a atender y va a correr y estar ahí. Por eso hablo del sostén de la amistad y de ahí ese homenaje. Esta novela parte de una muerte pero es muy oriental-zen, la vida y la muerte están prácticamente enganchadas y es una novela muy vital al mismo tiempo. Habla de ese volver a recuperarse, tanto ellos a ellos mismos como la amistad que tenían.
B: ¿Qué destacarías de cada personaje? Dime un adjetivo de cada protagonista.
S.B.: Lucía es la vulnerabilidad, Martín es la ambición despiadada, la envidia, pero al mismo tiempo Martín es la soledad, está muy solo. Diego es el misterio, juega mucho, la sensibilidad velada. Belén yo creo que es la consciencia de todos. Sebas es la parte más abrupta, salvaje, loca y Hugo es el rencor, la tristeza también.
B: Haces alusión a Los Cinco, la novela de Enid Blyton. ¿La has leído tú de pequeña?
S.B.: Había leído algunos, sí, me gustaba mucho.
B: La novela transcurre en Ajo, Cantabria. ¿Por qué este lugar?
S.B.: Hago un recorrido por la tierra. Hice el Ampurdán, Candeleda y la parte de Gredos y me gusta mucho Cantabria y me iba muy bien. Necesitaba elegir un pueblo que no tuviera una personalidad de belleza en cuanto a los castillos y las cosas así, sino que fuera un pueblo de veraneo y me venían muy bien los acantilados porque al final es una metáfora de lo que es esta novela, sentirte siempre al pie del acantilado.
B: ¿Qué esperas que sientan los lectores con tu novela?
S.B.: Espero que se produzcan muchos reencuentros, que piensen realmente en sus tribus, la tribu no es una tribu fija, su tribu de infancia, de juventud y que tengan ganas de reencontrarse.
B: Hablábamos antes del Premio Planeta que recibiste por tu anterior novela, 'Un océano para llegar aquí'. ¿No te da un poco de vértigo pensar en qué va a pensar la gente de lo siguiente que publiques tras ganar un premio?
S.B.: Si me dejaba llevar por el vértigo no escribía nada. Al final te tienes que olvidar, ponerte a escribir la novela que te sale de las tripas y luego ya cuando la terminas entra un poco más el vértigo de ver qué va a pasar, pero estoy muy satisfecha con esta novela. Me ha salido una novela muy redonda, que fluye muy bien y además que deja con un gusto muy guay a la gente. No tengo miedo, al contrario.
B: Yéndonos a la televisión cuéntame, ¿qué ha supuesto para ti presentar 'En el nombre de Rocío'?
S.B.: La gente le ha dado más trascendencia que la que para mí ha tenido porque tampoco yo soy una persona que haya seguido mucho por ejemplo la trayectoria del punto prensa del corazón de la vida de Rocío Jurado y lo que significó. Al final, he presentado tres programas. Ha sido un programa más, no ha tenido una trascendencia para mí. Otros programas han tenido más trascendencia.
B: ¿Cómo afrontas la nueva edición de 'La isla de las tentaciones'?
S.B.: Con mucha ilusión. Creo que es una edición que va a gustar, la tentación estará en la mente, van a pasarlo mal y la gente se va a divertir.
B: Tú vas a tener muchos momentos de emoción, ¿verdad? Porque te vemos muy sensible.
S.B.: Es que es muy difícil no emocionarte porque lo pasan muy mal y soy ahí el punto de apoyo.
B: Se te suele ver tan dura... que es bonito verte emocionarte.
S.B.: Tengo que ser como muy neutra y me cuesta muchísimo, lo paso muy mal. En las hogueras acabo agotada emocionalmente porque sé cómo lo están pasando, me miran como queriendo saber más, buscar información en mí y no puedo decirles nada. Les tengo que hacer preguntas y marearles un poco. Habrá muchas risas también.
B: ¿Te sorprende lo bien que has encajado en este formato cuando en un principio parecías tan alejada de un formato como 'La isla de las tentaciones'?
S.B.: Sí, pero al final creo que si eres tú mismo uno encaja en todos lados. El tema es cuando no eres tú, pero la primera barrera te la pones tú misma.