La verdadera preocupación de María Pombo: su nueva casa
En cambio, más allá de los puedan decir todas esas personas, María Pombo está encantada con el resultado. "Estoy supercontenta con el resultado porque me veo y sigo siendo yo", fueron sus primeras palabras el día que el propio cirujano le quitó la férula tras terminar el proceso de curación de la segunda rinoplastia. Eso sí, la influencer tuvo sus dudas hasta que se vio el resultado final: "Estoy muy emocionada y nerviosa", pero reconocía: "Voy por días, por momentos. A veces pienso: 'Voy a cambiar muchísimo y otros, nada, va a ser igual'". Finalmente, todo salió perfectamente y espera que no tenga nunca más que volver a realizarse una operación de nariz.
Y es que María Pombo está ya a otras cosas ajena a todo lo que se está diciendo de ella porque tiene otras preocupaciones, como es su nueva casa. La influencer y su marido, Pablo Castellano, anunciaron que se había convertido en propietarios poco después de anunciar su compromiso. La pareja había comprado un piso a las afueras de Madrid (en Aravaca) que todavía estaba en proceso de construcción pero esperaban estar viviendo en él antes de su boda. Pero no fue así. Pombo y Castellano pasaron ya por el altar y la casa aún no está habitable.
Aunque, eso sí, están a punto de hacer la mudanza y ya tiene las llaves en su poder. Un acontecimiento que se ha hecho esperar y del que la madrileña ha querido dejar constancia en sus redes sociales: "Queda poco. Lo que diga Pablo, que creo que son dos meses", decía la pasada noche del martes 25 de febrero a su llegada a los premios Mujer Hoy 2020. Otro de los proyectos que entra en los planes de la influencer es la maternidad, aunque asegura que se siente un poco presionada cada vez que le hacen esa pregunta. "A mí me gustaría tener 4", reconoce.