Para Raquel del Rosario sus hijos son los protagonistas de su vida. Desde que se trasladó a Los Ángeles, la vida le sonríe mucho más. En California se casó con su marido, Pedro Castro, y allí está criando a sus dos vástagos, Leo y Mael. Así, los planes en familia ocupan sus días y desde que nació Mael, están todavía más ocupados.
Los Castro del Rosario son amantes de la naturaleza, aprovechan que viven cerca cerca del mar y de la montaña para inculcárselo a sus hijos y enseñarles el mundo desde sus ojos de una manera simplificada y bonita. También les gusta cuidarse, sobre todo a la cantante, quien practica deporte y yoga y llegó a hacerlo incluso embarazada, es una forma de relajarse que hasta el pequeño de la casa se anima a hacer.
Papis orgullosos
La feliz mamá ha publicado una fotografía de la cama de su dormitorio donde se encuentra tumbado Mael, quien nació el pasado mes de mayo. En ella, el bebé tumbado boca abajo, tiene una postura bastante curiosa, que a efectos visuales podría tratarse de yoga, por eso la cantante la ha acompañado con esta frase a modo de broma: "Mi pequeño yogui practicando su cobra".
Por su parte, Pedro Castro también es muy activo en las redes sociales, y aunque igual que su mujer, intenta mantener la identidad de sus dos hijos en el anonimato porque no muestra sus caritas de frente, aunque sí que sube fotos enternecedoras de sus pequeños. En esta ocasión, él ha elegido una del mayor, Leo, tumbadito en el suelo dentro de un tipi indio, muy a la moda para decorar los dormitorios infantiles, hacer las veces de cabaña de juegos y también de rincón de lectura o relax.