Raquel Morillas no está pasando por su mejor momento. Su pareja lleva diez días en el hospital y ya ha tenido más de un desencuentro con las enfermeras que trabajan allí. Al parecer, la exconcursante de 'Gran Hermano 3' se sentó en una cama desocupada y fue invitada a levantarse de ella de muy malas maneras.
"Entiendo que la cama está para el enfermo y qie si yo decido quedarme en el hospital, lo hago con todas las consecuencias, no para estar como una reina, me quejaba de las formas que tuvo en decirme que me levantará de la cama y me quejaba de él trato recibído hacía mi pareja y a la compañera de habitación el fin de semana, sobre todo con respecto al medicamento. Yo he estado ingresada millones de veces y no tengo queja alguna, porque siempre me han tratado muy bien", explicó a través de sus redes sociales.
Este no es el único motivo de su bajo estado anímico. Morillas se ha quedado sin trabajo. Era teleoperadora y recibió una llamada desde el trabajo en la que le comunicaban que le llevarían hasta el centro médico una documentación para firmar, su despido. "El viernes, un día después de ingresar, hablé con mi delegado que me dijo que había hablado con mi jefe y que venía a verme al hospital. Pensé 'viene a echarme, viene a despedirme'", contó ella misma al portal Jaleos. Por si fuera poco, Raquel lleva siete meses alquilándole un piso a un hombre que no le paga. En total le debe 11.000 euros y ya ha tomado medidas judiciales contra él.
Al mal tiempo buena cara
La exconcursante no pierde el ánimo y ha decidido mantenerse optimista. En su canal de Youtube ha contado que pronto realizará una entrevista para otro puesto de trabajo. " Me han llamado para una entrevista de trabajo y estoy muy contenta. Pinta muy bien, la verdad. Estoy muy contenta", explica. A pesar de estos contratiempos, Morillas es una mujer nueva desde que conoció a Noa, su actual pareja. Se trata de una amiga a la que conoce desde hace diez años, con la que finalmente surgió el amor.