Orígenes familiares muy nobles
La Casa de Medinaceli es una de las estirpes nobiliarias más importante de España y su ascendencia se remonta al siglo XIV, cuando el Rey Enrique II de Castilla creó el Condado de Medinaceli para entregárselo a los descendientes del Príncipe Don Fernando de la Cerda.
El divorcio que complicó su infancia
Entre rumores de infidelidades de ella y de malos hábitos en el caso de él, la pareja se divorció en 1988. Lejos de tratarse de una separación amistosa, fue todo lo agria que podría llegar a ser entre batallas por la patria potestad y demandas por impago de la pensión alimenticia. Eso sí, lo peor todavía estaba por llegar.
En 1990 el XIX Duque de Feria se vio envuelto en una operación antidroga que tenía como marco un prostíbulo sevillano y sólo tres años más tarde se ordenó su ingreso en prisión acusado de corrupción de menores y delito contra la salud pública (por tráfico de drogas). El aristócrata estaría encarcelado desde 1993 a 1995, cuando obtuvo la libertad condicional.
Durante esos cinco años, Naty Abascal se marcó como objetivo prioritario alejar a sus hijos adolescentes de toda polémica y para ello los envió a estudiar al extranjero: primero a Inglaterra y posteriormente a los Estados Unidos. Cabría señalar que ella sola tuvo que hacer frente a todos los gastos, ya que su familia política se negó a pagarles los estudios si los realizaban fuera de España. Serían años de mucho trabajo para la sevillana con un único objetivo que ella misma defendía: "Estoy luchando por el futuro de mis hijos".
Boda mediática y matrimonio estable
Las escabrosas circunstancias que le tocó vivir a su padre condicionaron mucho el carácter de Rafa Medina y acabaron por convertirlo en un joven muy discreto e introvertido. A pesar de haber heredado los títulos de su predecesor, el nuevo Duque de Feria ha tenido una trayectoria sentimental muy diferente a la de sus padres.
Siendo todavía un adolescente que estudiaba en Nueva York, el aristócrata conoció a la que por aquel entonces todavía no sabía que sería la mujer de su vida: Laura Vecino Acha. La joven bilbaína estudiaba Arquitectura y procedía de una importante familia de la aristocracia vasca. No obstante, lo que más le gustó de ella fue precisaste su discreción.
En 2003 empezaron a salir oficialmente pero la relación comenzó a tener dificultades pasados dos años, por lo que tomaron la decisión de romper. Sin embargo, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro y en 2008 decidieron volver a intentarlo ya de forma definitiva. Tan convencidos estaban de su amor que al poco de volver, Rafa declaró a la revista Hola: "Todavía no tenemos fecha de boda pero el día de mañana me casaré con ella por la Iglesia".
La boda finalmente llegó el 16 de octubre de 2010 en una de las propiedades emblemáticas de la familia Medinaceli: el Hospital de San Juan Bautista (también conocido como Hospital de Tavera), situado en Toledo. Se trató de uno de los grandes eventos del año y reunió entre sus invitados a personajes de lo más granado: desde la Duquesa de Alba al diseñador Valentino Garavani, pasando por Cari Lapique, Nieves Álvarez o la top-model Eva Herzigova.
Desde ese momento pasaron a convertirse en una de las parejas más estables del panorama nacional. Antes de casarse la arquitecta vasca declaró a los medios que no tenía nada que contar de su vida y que nunca lo haría. Pasado el tiempo lo ha mantenido y se ha convertido en una duquesa consorte de lo más discreta: sabe dónde está su lugar y no busca llamar la atención.
Se instalaron primero en Madrid y posteriormente Barcelona, donde ambos desarrollan sus respectivas carreras profesionales con una prioridad común: sus mellizos Rafa y Laura. Nacidos en 2016, convirtieron en abuela por primera vez a Naty Abascal y a pesar de la atención que genera su familia, sus padres han conseguido mantenerlos al margen de todo para que vivan una infancia feliz muy distinta a la que Rafa vivió.
Icono de la elegancia
Teniendo como madre a todo un referente de estilo a nivel mundial como Naty Abascal, no es de extrañar que sus dos hijos hayan seguido sus pasos en el mundo de la moda. En ella han tenido el mejor referente y eso la llena de orgullo: "Yo nunca le he dado ningún consejo a mis hijos sobre cómo vestirse. Ellos ya desde pequeños veían cómo yo los vestía: cómo tenían que ponerse el pañuelo, cómo ponerse la corbata, cómo peinarse... Ahora ya son mayores, pero creo que algo de lo que aprendieron de pequeños se les ha quedado".
En el caso de Rafa, año tras año figura en las listas de los hombres mejor vestidos y no ha dudado desde el primer momento en aprovechar su posición privilegiada en el sector de la moda. Aunque sus inicios profesionales fueron en el mundo de las finanzas, en 2007 creó su propia firma de moda masculina: Scalpers.
Lo que empezó por una tienda de corbatas y accesorios acabaría convirtiéndose en uno de los referentes de su sector en España y con establecimientos repartidos por toda España e incluso en París. El éxito fue tal que en 2014 el Duque de Feria recibió una oferta que no podía rechazar: ser el responsable del departamento de Men's Tailloring de Massimo Dutti.
Si una empresa como Inditex llama a tu puerta, no puedes dejar escapar la oportunidad. Eso debió pensar Rafa Medina, quien cedió sus acciones a su esposa e inició una nueva andadura en el mundo de la moda de la mano de Amancio Ortega. Eso obligó a la familia Medina-Vecino a establecerse en Barcelona, pero allí han encontrado la tan ansiada discreción y tranquilidad que siempre buscaron.