Tras pasar cinco meses en la cárcel, Rafael Amargo se sienta ante las cámaras del programa '¡De viernes!' para narrar con detalles cómo ha sido su paso por el centro penitenciario, Soto del Real, una vez que ha sido declarado absuelto de vender droga. El bailaor confiesa haber pasado momentos muy duros, pero asegura que le ha servido para tomar consciencia.
Hace unos meses, el bailaor se vio envuelto en un entramado en el que fue acusado por haber vendido droga desde su casa. Tras negarse a firmar en el juzgado, fue enviado a prisión por "quebrantamiento reiterado". Ahora que la sentencia ha dictaminado su absolución ha querido relatar cuáles han sido sus impresiones sobre su estancia en el programa '¡De viernes!'. "Lo que tú ves en la tele, que parece que es ficción, es real. Y tú dices 'ay señor, por no ir a firmar' ", comentó el bailaor.
" La primera noche no entiendes nada. Estás como en una habitación donde hay un cristal y son cuatro seres extraños, cada uno hablando en un idioma, y tú lo primero que preguntas: ¿Tú por qué estás aquí? Y te dice uno, porque me han confundido con un terrorista, por pornografía infantil, por matar a mi mujer...", comenzó relatando Rafael Amargo sobre sus primeros momentos en la prisión de Soto del Real donde ingresó en noviembre de 2023.
El bailaor confesó que pensaba que iba ser internado en un módulo diferente al resto de los presos comunes, pero en su caso no fue así: "Yo creí que me iban a llevar a un módulo de respeto donde iban a las personas famosas, como Bárcenas o estas personas famosas que han estado en la cárcel. Me meten en un módulo masivo ".
Rafael Amargo se sinceró sobre algunos de los enfrentamientos que tuvo con ciertos funcionarios de la prisión de Soto del Real: "Tuve algunos conflictos con algunos funcionarios. Una señora jefa de servicio ya mayor me maltrató, diciéndome cosas muy feas, metiéndose con mis hijos ". Desde plató, su mujer, Luciana Bogniano confirmó las palabras del bailaor, ya que aseguró que llegaron a "insultar" a los hijos de Amargo.
Internó en el módulo de Proyecto Hombre por decisión propia
Apenas unas semanas antes de comenzar la Navidad, Amargo comenzó una huelga de hambre: "La hago porque llegaba la Navidad y yo creí que estaba en un sitio que no me correspondía. Yo pedía cambiarme y no me cambiaban, y ahí sí que hubo alguien que dijo 'tengan cuidado, no vaya que le pase algo'. Yo firme, estuve 11 días que no comí ", aseguró el bailaor.
Cansado de su estancia en aquella prisión donde no se sentía seguro, decidió pedir el traslado al módulo de Proyecto Hombre : "Lo estudiaron y yo dije, si hay en Proyecto Hombre, que es donde menos problemas internos que quieren ir". Además, prosiguió: "Entendí que había otra cárcel, que era la de la reinserción. El módulo Proyecto Hombre es una forma de pagar cárcel y la vez curarte ".
A pesar de haber estado cinco meses en la cárcel donde pasó angustiados momentos, Rafael Amargo asegura que vivir esa experiencia le ha aportado conocimiento : "La droga es un tema muy serio, lo digo con conocimiento de causa porque he consumido. Me ha venido bien. La cárcel, inteligentemente pensándolo, me ha venido bien sobre todo para terminar con algo que tuviera más a mano ", sentenció el bailaor.