Cuando muchos le daban por hundido, Rafa Nadal resucitó, volvió a coger confianza en sí mismo y se preparó para una temporada épica. Una temporada que ha terminado conquistando el US Open 2017. El sudafricano Kevin Anderson ha sido su última víctima tras ganarle la madrugada de este lunes 11 de septiembre -hora local española, por la tarde en Nueva York- por un 6-3, 6-3 y 6-4 en 2 horas y 27 minutos.
Casi dos horas y media en las que volvió a demostrar que se ha ganado a pulso volver a estar en el número 1 de la clasificación de la ATP. Bajo la atenta mirada de sus padres, su hermana, su novia Xisca Perelló, sus entrenadores y algunos amigos, el de Manacor volvió a mostrar que nada es imposible.
Tras la victoria, Nadal y Anderson posaron con sus respectivos galardones y entonces el deportista español atendió a los medios de comunicación con el deseo de seguir con esta racha de éxitos pero también con ganas de descansar y recuperarse físicamente antes del arranque de la nueva temporada.
La cena de celebración con los suyos
Una vez que cumplió con sus compromisos profesionales, el mallorquín tenía que 'atender' a su familia. Llegó el momento de brindar por la victoria con una cena a la que acudió mientras publicaba en sus redes sociales un vídeo en el que daba las gracias al público por seguirle fielmente torneo tras torneo.
En cuanto a las celebraciones oficiales, dado que este lunes es 11 de septiembre y se cumplen 16 años de los atentados de las Torres Gemelas, no se hará ningún tipo de homenaje más allá de la ceremonia de entrega de trofeos en el Arthur Ashe Stadium tras el encuentro. De allí salió Nadal con su tercer US Open bajo el brazo y un talón de 3.700.000 dólares.