Rafa Nadal sigue levantando las mismas pasiones que hace una década. Tiene casi 31 años y está lejos del número 1, no gana tanto como antes, y parece una quimera verle levantar ciertos trofeos, pero lo cierto es que ha sido un grande, y sigue siendo un grande.
Su última gesta ha tenido lugar en Mónaco, un pequeño país mediterráneo que conoce muy bien, ya que cada primavera viaja para disputar el Master 1000 de Monte-Carlo. Este año también lo ha hecho, y tras luchar y derrotar a sus rivales, llegó a la final junto a otro español, Albert Ramos.
Ambos tenistas se midieron en el Monte Carlo Country Club, donde compitieron bajo la atenta mirada del Príncipe Alberto. En otras ocasiones, la Princesa Charlene se acomoda en el palco junto al Soberano, pero en esta ocasión no ha acudido debido a que se encuentra de visita oficial en Sudáfrica.
Por ello, Alberto II se ha sentado junto a su prima, Elisabeth Anne de Massy, Presidenta de la Federación Monegasca de Tenis y del Montecarlo Country Club, y la hija de esta, Mélanie-Antoinette Costello de Massy. El cargo de Massy le hacía merecedora de estar presente, unido además al fuerte vínculo familiar que le une con su primo Alberto.
Xisca Perelló, su mejor talismán
Ellos, y todos los presentes vieron cómo Nadal barría a su compatriota en dos sets con 6-1 y 6-3. El balear se vino arriba al verse vencedor, al igual que Xisca Perelló, que siguió atentamente el encuentro para apoyar a su amor y le aplaudió con emoción.
Con este son 10 los Masters 1000 de Mónaco que se ha llevado Rafa Nadal, lo que le lleva a establecer un nuevo récord, ya que nadie había ganado 10 trofeos de estas características. Por si fuera poco, tiene ya 70 títulos, de los cuales 50 son en tierra batida, superando al hasta entonces campeón Guillermo Vilas. Ahora mismo Nadal es el rey de la tierra batida... ¡Larga vida al rey!