Lindsay Lohan se está tomando muy en serio su programa de desintoxicación, tanto que los médicos ya le permiten darse el gusto de fumar. La actriz ha sido vista disfrutando de unos cigarrillos en la terraza del Betty Ford Centre y, a juzgar por su aspecto, está teniendo una rápida recuperación, tal y como puede verse en las imágenes del Daily Mail.
Michael Lohan guarda una muy buena impresión sobre los progresos de su hija. Durante su visita a la clínica donde está interna la actriz de 'Chicas Malas' dejó claro que "ya había tenido suficiente" en lo que a su adicción se refiere. Siguiendo esta línea su padre declaró a TMZ: "es el momento y creo que ella lo sabe" agregando: "lo está haciendo fenomental, increíble. Esto es solo el comienzo del proceso, ya que tiene 60 días más".
La actriz fue interna en esta clínica gracias a un acuerdo al que llegó con la policía para no acabar en la cárcel. Según este, ella debía ingresar durante noventa días en un centro de desintoxicación, acudir rutinariamente a psicoterapia y realizar labores de servicio comunitario.
Adicción al Adderall
Lindsay Lohan se ha librado de todas las sustancias a las que era dependiente, incluido el Adderall. Este medicamento se utiliza para tratar a los que padecen Transtorno de Déficit de Atención (TDA), aunque en cantidades mayores puede emplearse como droga recreativa, algo que Lohan sabía muy bien.
Aunque alegase que ella consumía Adderall por tener TDA, los médicos la alejaron del medicamento ya que lo había empleado en otras ocasiones para alargar sus noches de juerga. La actriz se mostró reticente a esta decisión, cuyos resultados parecen ser más que satisfactorios.