Aunque de momento no se conocen los verdaderos motivos que han llevado a Isabel Preysler y a Mario Vargas Llosa a romper su relación después de casi ocho años juntos, él se ha encargado de desmentir las palabras de la socialité, que dijo que había sido por los celos desmedidos del escritor. Pero una de las cuestiones que ha estado siempre encima de la masa es la mala relación que los hijos del ganador del Nobel de Literatura han tenido con Preysler.
Mario Vargas Llosa en la graduación de su nieta Adriana con toda su familiaLa cosa no ha sido igual por parte de Vargas Llosa con los hijos de ella, p orque el escritor estuvo muy presente en la serie documental de Tamara Falcó para Netflix, 'La Marquesa', enseñando al mundo lo involucrado que estaba en todos los planes familiares. También ha estado en algunos de los momentos más especiales de la familia, como cuando la televisiva se graduó en la escuela de cocina Cordon Bleu, o en la fiesta de su 40 cumpleaños en 2021. No obstante, no ha sido así al revés.
Los hijos del escritor, Álvaro, Gonzalo y Morgana, nunca aceptaron la relación de su padre con Isabel Preysler, y más porque su madre, Patricia Llosa, sufrió mucho por ello. Ahora el entorno más cercano del escritor ha confirmado a la revista Lecturas que la relación entre ambas partes ha sido nefasta: " Los hijos de Mario nunca han soportado a su novia y él siempre los veía a solas cuando venían a España. Ellos han visto lo agobiado que estaba su padre durante los últimos tiempos y se han alegrado mucho de la ruptura".
Mario Vargas Llosa atiende a la prensa a las puertas de su domicilio en MadridEn estos momentos que quizás sean complicados para Mario Vargas Llosa sus hijos han estado cerca, apoyándole, pero no hicieron lo mismo cuando empezó a salir con Isabel Preysler. El inicio de su relación fue tumultuoso, y por aquel entonces Patricia Llosa estaba destrozada, porque no se lo esperaba, estaba sorprendida y muy apenada después de haber celebrado 50 años casados.
Sus hijos y sus nietos, su gran apoyo
Las distancias entre el padre y sus hijos fueron creciendo, sobre todo con su hijo Gonzalo, pero en estos momentos puede presumir de tener una relación cercana con los tres, también con sus siete nietos, con los que tiene un vínculo muy fuerte a pesar de la distancia, porque ninguno de ellos vive en España. Quien sí ha podido verle en esta época festiva ha sido su hijo Álvaro, que de manera educada contestó a las preguntas de la prensa, haciendo saber que su padre se encontraba bien y volcado en su nuevo libro.
