El acusado ha cambiado su versión en más de una ocasión, y al final terminó diciendo que solo se había producido una felación, pero a juzgar por las pruebas de ADN y por los lugares donde se ha encontrado semen, todo apunta a que pasó algo más. Alves ha cambiado hasta en tres ocasiones de versión, lo cierto es que hay muchas cosas que no encajan, como el parte médico de la víctima, así como las huellas dactilares que no concuerdan con la última versión que él aportó.
Ahora ha sido el medio El Periódico el que ha hecho saber según sus fuentes que las pruebas de ADN se han convertido en el nuevo enemigo del jugador. Fue el 20 de enero de 2023 cuando aseguró ante la jueza que la joven solo le había practicado una felación, pero los restos de semen que se recogieron de las muestras intravaginales de la víctima son suyos, según los resultados del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, lo que determina que hubo penetración por más que él lo niegue.
Tras la agresión, fue enviada en ambulancia al Hopital Clínic de Barcelona, y allí fue sometida a un examen forense, de modo que se recogieron muestras biológicas intravaginales para ser analizadas, y en esas muestras aparecieron restos de semen, igual que sucedía en su ropa. Solo faltaba determinar que el ADN de las pruebas fuese el mismo que el de Alves.
Asimismo, los Mossos d'Esquadra hicieron una inspección ocular en el baño de la discoteca, donde presuntamente todo ocurrió, y detectaron restos de semen en el suelo. Sumando el suelo, un vestido de la víctima, su ropa interior y el análisis intravaginal, se encontró semen en cuatro lugares diferentes. Según cuenta El Periódico, Dani Alves entregó voluntariamente una muestra de su ADN.
Ella ha mantenido siempre la misma versión
En un primer momento aseguró que no conocía a la joven, luego que había coincidido con ella en el baño, pero que entre ellos no había pasado nada. Como los Mossos encontraron semen le hicieron saber que no concordaba, es ahí cuando admitió que había mentido y que le había practicado una felación, sumándose así la tercera versión. Mientras, la víctima siempre ha mantenido la misma versión de los hechos, contando que Alves le insistió para que le acompañara a través de una puerta, ella accedió, aunque no sabía que era un baño. Fue ahí cuando quiso marcharse, pero él se lo impidió. Después vino todo lo demás.