Lo cierto es que su retirada del reality show familiar, 'Keeping Up With The Kardashians', coincidió con un aumento de peso bastante importante que le llevó a pesa más de 100 kilos. "Gané un montón de peso y estaba muy incómodo conmigo mismo. Realmente me afectó", dijo a People en 2016. Por culpa de esto, Rob Kardashian se sumió en una profunda depresión y su salud llegó a estar en serio peligro. Sin embargo, últimamente se ha hecho frecuente que el hermano de Kim Kardashian publique fotografías en sus redes sociales en las que compara la silueta que luce ahora con la de antes y la verdad es que el cambio es notable.
Sin embargo, una fuente cercana a la familia más mediática de los Estados Unidos ha asegurado al citado medio que Rob Kardashian es incapaz de estar sano aunque quiera. "Está en un constante sube y baja", comentó el informador a la vez que revelaba que recurre a los atracones de comida basura cada vez que algo va mal en su vida o se enfrenta a un "nuevo drama". Estos malos hábitos alimenticios le han llevado a padecer diabetes, de la que fue diagnosticado en 2015 mientras estaba ingresado en el hospital.
Contento con la paternidad
Pero parece que un halo de luz ha llegado a la vida de Kardashian. Se trata de Dream, la hija que tuvo con su expareja, Blac Chyna. A pesar de las batallas legales que ha mantenido con la madre, quien ha llegado a acusarlo de malos tratos y de denigrarla tras publicar unas imágenes suyas en las que aparecía desnuda, el nacimiento de la pequeña ha supuesto para el norteamericano un atisbo de esperanza y todo el mundo espera que su retoña sea la motivación que necesita para comenzar una nueva vida mucho más saludable y alejada de la polémica.