Después de haber pasado unas jornadas en alta mar con un grupo de amigos y con sus hijos mayores North y Saint, en los que no le hizo ninguna gracia ser captada por los paparazzi por cierto, este fin de semana Kanye West ha llegado a Miami para reencontrarse con su mujer Kim Kardashian y acudir juntos a la boda de su amigo 2 Chainz con Kesha Ward.
Como era de esperar, los fotógrafos que cubrían el enlace del rapero iban a estar muy muy atentos a todos los pasos que dieran la celebrity y su marido desde que salieran del hotel e el que se alojan hasta que regresasen al mismo tras la celebración.
De ahí que pudieran captar uno de los momentos más divertidos que se han visto en mucho tiempo protagonizado por Kim Kardashian. Su afán por ir siempre tan embutida esta vez ha provocado una situación de lo más cómica. Su vestido verde flúor de Louis Vuitton le impedía moverse con facilidad hasta el punto de que necesitaba ayuda para subir y bajar del vehículo con el que se movía el matrimonio.
Pero una cosa es necesitar algo de ayuda y otra es que necesite bajar y subir del 4x4 SUV de Mercedes Benz con el que se movían en brazos de Kanye West. El rapero fue el encargado de coger en brazos a su mujer para que bajara del vehículo y se comprar un helado para sofocar el calor que tenía y, posteriormente, volvió a cogerla en brazos y la depositó en el asiento del conductor para poner rumbo a la boda.
Las chanclas de Kanye West para ir de boda
Una estampa que da para mucho y más teniendo en cuenta los zapatos por lo que optó el rapero para acudir a la boda de su compañero de profesión: nada más y nada menos que unas sandalias Yeezy Slides que incluso parecían quedarle un poco pequeñas. Quizá se dejó en casa los zapatos que iba a ponerse para la ocasión... y la camisa, que aparentemente tampoco la llevaba...