En el 2012 Massiel fue diagnosticada con una enfermedad incurable, que consiste en la degeneración muscular en ambos ojos, lo que ha reducido considerablemente su vista. Pero la cantante se lo toma con ese humor tan característico que la define: "Hace siete años que tengo problemas de visión. Soy la tuerta más famosa de España después de la Princesa de Éboli. Con el ojo izquierdo solo tengo visión periférica. Si me tapo el ojo derecho, la cara no te la veo", brome a con las reporteras del evento "Pero podría ir con un bastoncito".
Este problema no impide que la cantante pueda vivir una vida plena, pero admite que desde hace unos años ya no puede salir por la noche tanto como le gustaría, aunque aprovecha para ir al cine y musicales por las tardes. "Ahora ya me lo tomo con 'nonchalance' como dicen los franceses. Uso una lupa... sigo leyendo en letra impresa pero de aquella manera... soy como el Inspector Gadget, pero aquí estoy", ha dicho con una gran sonrisa, usando el término francés para referirse a la despreocupación con la que se toma su enfermedad.
Sin ganas de volver al escenario
El diez de diciembre de 2018 la cantante volverá a pisar los escenarios, en este caso el del WiZink Centre de Madrid, el el concierto que homenajeará a Luis Eduardo Aute. Sin embargo, Massiel admite que no echa de menos las giras: "Me parece magnífico ver a Raphael, que es incombustible, que llena siempre... pero yo esa afición no la tengo. Es una decisión, no tengo ganas, ya me despedí y no lo pude hacer mejor".