La familia Grimaldi no para de crecer desde hace unos años, lo que provoca que cada cita en la que tienen por costumbre reunirse ante los ciudadamos monegascos, haya alguna nueva incorporación. Si en anteriores fechas había expectación por la presencia de Tatiana Santo Domingo o su hijo Sasha, en el Día Nacional de 2015 se esperaba con ilusión a Beatrice Borromeo y sobre todo a los pequeños Jacques y Gabriella.
Anteriormente, Alberto II hizo entrega de insignias de rango y medallas en el patio del Palacio Grimaldi, como marca la tradición. Después, la Familia Principesca se trasladó a la Catedral para participar en un servicio religioso que estuvo marcado por el recuerdo a las víctimas de los atentados de París del pasado 13 de noviembre, que han provocado la cancelación de los actos más lúdicos del Día Nacional de Mónaco.
Llamó la atención la presencia de Carlota Casiraghi, que reaparece por primera vez tras saberse que ha roto con Gad Elmaleh para caer en los brazos de Lamberto Sanfelice. Pese a su atuendo alegre, su aspecto era serio, todo lo contrario que su cuñada Beatrice Borromeo, que participa por primera vez en el Día Nacional de Mónaco tras su boda con Pierre Casiraghi. Destacaron la seriedad y formalidad de Alexandra de Hannover y Louis Ducruet, que notaron la ausencia de Pauline Ducruet y Camille Gottlieb, al igual que la de Andrea Casiraghi y su familia. Eran todos los que son, pero no estaban todos los que eran, como de costumbre.