El fotógrafo ha recuperado uno de sus bonitos recuerdos juntos para despedirse de su gran amor.
El pasado 10 de mayo fallecía Jesús Mariñas a los 79 años a causa de un cáncer del vejiga que le había sido diagnosticado un par de año atrás. Una noticia que dejaba una gran tristeza el mundo de la prensa del corazón, donde el periodista había creado escuela y sido un referente para mucho; pero también en sus seres queridos, aquellos amigos y familiares que conocían al Mariñas más cercano. Entre ellos su marido, Elio Valderrama, quien estuvo a su lado durante los últimos 32 años de su vida y que no se separó de él hasta su último aliento.Una dura pérdida para él que ha vivido de forma privada e íntima, gracias también a la última voluntad del propio Mariñas, quien pidió no tener un velatorio como acostumbran muchas personas conocidas. Por ello, un día después de su muerte, el cuerpo del periodista era incinerado en Madrid mientras que su ahora viudo vivía el duelo en la casa que ambos habían compartido en el centro de la capital.
No fue hasta dos días después de la muerte del periodista, que Elio Valderrama reunía fuerzas para escribir un último adiós a su marido a través de las redes sociales en las que tantas veces presumió de amor, de la profesionalidad de Mariñas y donde compartió la última imagen suya en el hospital días antes de su fallecimiento.
"Buen viaje, mi querido Jesús"
El fotógrafo lo hacía recordando una de las cosas que más les hicieron disfrutar durante su matrimonio: viajar. Con una foto en Miami, Valderrama hablaba del viaje que ahora acaba de emprender Mariñas en solitario y de los buenos recuerdos que quedarán para ambos mientras recorrían el mundo: "Buen viaje, mi querido Jesús. Sabes que te quiero un montón. Imagino que estarás en Goa con San Francisco Javier. Por cierto, madre mía, vaya sorpresa la de anoche. Súper bonito. Un fuerte abrazo y que Dio te proteja. Besos".Un último adiós al que fue su gran amor durante más de tres décadas con -seguramente- un gran significado para ellos y sus historias más personales y que pocos podrán entender. Ahora, Valderrama sigue viviendo sus días más complicados rodeado de sus seres queridos y recibiendo muestras de cariño de todas esas personas que se lo tienen a Mariñas.