La Navidad es una época de tradiciones. Cada familia tiene la suya de algún u otro modo, y más aún las Familias Reales o nobles con tanta historia como la Casa de Alba, cuyo linaje, por muy rompedor que sea no puede o podía evitar quitarse de encima las tradiciones.
La de 2014 va a ser muy triste, ya que es la primera sin la XVIII Duquesa de Alba, fallecida el pasado 20 de noviembre a los 88 años. Por poco más de un mes, Doña Cayetana se quedó sin disfrutar de unas de las fiestas que más disfrutaba en familia.
Cuando se viven tantos años se pueden contar innumerables anécdotas navideñas, pues no se vive igual una Navidad en la niñez que cuando se tienen hijos, y después nietos. Doña Cayetana vivió muchas, aunque las últimas, pese a su avanzada edad y sus achaques, fue muy felices para ella.
Regalos bajo el árbol, discurso del Rey, cena y misa del gallo
La Duquesa de Alba empezaba diciembre preparando las quinientas felicitaciones que enviaba la Casa de Alba con postales con reproducciones de algún cuadro de su propiedad que llevaban la firma de Doña Cayetana, y en estos últimos años de Alfonso Díez, su marido entre 2011 y 2014. Por esas mismas fechas llega el abeto que utilizan como árbol de Navidad que colocan cada año en el salón verde del Palacio de Liria y que se llena de adornos que alegran la estancia.
Hasta ahora, la Nochebuena en el Palacio de Liria comenzaba a las 19:00 horas. Hasta allí se desplazan todos los hijos y nietos, que recogen los regalos que se han colocado previamente bajo el citado árbol de Navidad, y es que para los Alba viene Papá Noel, mientras que los Reyes Magos, los nietos de Doña Cayetana los celebran con sus otras familias.
Tras la recogida de regalos llega la hora de prepararse para la cena, que se sirve después de la emisión del discurso del Rey que Doña Cayetana ha visto sin perderse uno todos los que ha dado Don Juan Carlos durante su reinado.
Esta Nochebuena es el Rey Felipe quien dará su primer discurso, aunque lamentablemente la aristócrata no podrá verlo. Quizá a modo de tradición, la Duquesa de Alba se sentaba frente al televisor para ver a su querido amigo Don Juan Carlos sentada junto a sus hijos mayores, Carlos y Alfonso, y en estos últimos años, también con su marido.
Finalizado el discurso, los Alba se sientan en la mesa para cenar delicias como caviar, pavo relleno, turrones, christmas pudding y licores. Finalizadas las viandas llega el turno de acudir a la misa del gallo en la capilla de Liria, que Doña Cayetana, mujer muy religiosa, no se perdía. Así se acababa la Nochebuena. El día de Navidad, ya más tranquilo, comía con algunos de sus hijos, mientras que en Fin de Año volvía a Sevilla y cenaba con íntimos amigos como Carmen Tello y Curro Romero.
Este año la Nochebuena será muy dura para los Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, como ocurre con todas las familias en las que la matriarca ha fallecido. Se corre el riesgo de separarse para siempre, aunque los Alba han dejado claro que seguirán unidos y que incluso Alfonso Díez pasará la Nochebuena en Liria con los hijos y nietos de la Duquesa de Alba. La vida sigue.