Ser la novia de Cristiano Ronaldo implica no volver a tener una vida tranquila o al menos no poder seguir con tu día a día sin evitar los inconvenientes de que todo el mundo sepa quién eres y quiera saber de ti. Georgina Rodríguez ya ha tenido que enfrentarse a ese problema.
Nada más salir a la luz que está viéndose con el luso tuvo que dejar su trabajo en la tienda de Gucci de la Milla de Oro de Madrid. Entonces rápidamente encontró un nuevo puesto de trabajo en el espacio de Prada situado en unos conocidos grandes almacenes, trabajo que también ha tenido que dejar.
Según cuenta LOC, la presión mediática y de la gente en general, que han llegado a pedirle hacerse un selfie con ella mientras estaba trabajando, han llevado tanto a Georgina Rodríguez como a sus jefes a tomar la decisión que lo mejor para ambas partes era rescindir su contrato de trabajo.
Una más de la familia
Esta misma semana ha ido al que ha sido hasta hace unos días su lugar de trabajo para firmar el finiquito. Ahora tendrá que pensar en qué rumbo quiere darle a su vida profesional mientras continúa consolidando su noviazgo con CR7.
Una relación que va viento en popa puesto que la joven se ha convertido en una imprescindible en todos los eventos familiares, así como en los diferentes actos que protagoniza el futbolista. Asimismo, también es una habitual del palco del Santiago Bernabéu para no perder detalle de los partidos del Real Madrid.