Poppy Delevingne y James Cook ya son marido y mujer. La pareja ha celebrado la primera de dos ceremonias con las que compartirán su mutuo amor con sus familiares y amigos. El escenario de la primera celebración ha sido la iglesia de St. Paul de Londres, que se llenó de caras felices que no quisieron perderse el enlace de la modelo con su pareja. Llevan juntos desde 2007.
La boda ha sido, por supuesto, por todo lo alto. La novia ha contado con nada menos que 17 damas de honor, entre las que se encontraban sus hermanas, Chloe y Cara Delevingne. Los pajes entraron vestidos como si fueran animales de peluche, y nada de limusinas, a la salida de la iglesia tenían preparada una furgoneta de lo más hippie.
Las hermanas Delevingne, fieles a Chanel
El glamour fue un rasgo totalmente característico de la celebración. Poppy Delevingne optó por un vestido blanco con flores y encajes diseñado por Chanel, alargado con un tul para la boda, para que una vez quitado se convirtiera en un vestido corto. Su hermana Cara Delevingne también apostó por Chanel y por el blanco, con un vestido de gasa.
La modelo comenzó la celebración en el Hotel Claridge de la capital británica, desde donde partió hacia la iglesia, situada en el barrio de Knightsbridge. La segunda de las fiestas tendrá lugar en Marruecos. Aunque lo tienen difícil para superar este día de alegría para los recién casados.