Más allá de sus declaraciones públicas extrafutbolísticas, de si es independentista catalán o no, que ha resultado que no lo es, pero sí quiere votar, o de todo lo que se diga de él, Gerard Piqué tiene una cosa muy clara: lo más importante de su vida es su familia.
El futbolista está siempre pendiente de sus dos hijos, Milan y Sasha. Habitualmente es Shakira la que está más encima, pero solo cuando él está fuera por sus compromisos futbolísticos o empresariales. En otras ocasiones, es ella la que está fuera o tiene demasiado lío a causa de su carrera musical, empresarial y filantrópico, y es Piqué el que se ocupa totalmente de los niños.Este fue lo que ha ocurrido este viernes 13 de octubre. Shakira está volcada con su gira, que comenzará en noviembre, y no para de ensayar y prepararse, así que aprovechando que estaba libre, Gerard Piqué cogió a los niños y se fueron a disfrutar de su afición compartida : el baloncesto.
Un papá genial
A los niños Piqué les encanta el deporte, sobre todo a Milan, que además ya apunta maneras como futbolista. El baloncesto también es una debilidad, así que Gerard Piqué cogió unas entradas bien cerca de la cancha para no perderse nada.
Los tres varones Piqué vibraron con la victoria del Barcelona ante el Panathinaikos, que se saldó con un resultado 98-71 a favor de los locales en el arranque de la Euroliga. Eso sí, mientras Milan estaba más atento, Sasha, que tiene casi 3 años, se mostró más revoltoso, por lo que Gerard Piqué debió estar más pendiente del niño.