Gerard Piqué ha decidido alejarse de los problemas, es por eso que ha puesto tierra de por medio y se ha marchado a Croacia con Clara Chía, para disfrutar de sus vacaciones de verano. Los dos no han estado solos, sino que a ellos se ha sumado la familia del exfutbolista, que ha aceptado con los brazos abiertos a su chica tras su ruptura con Shakira.
Los dos han sido vistos relajados mientras hacían paddle surf, él sentado en la tabla mientras ella se encarga de remar. Piqué tiene un semblante bastante serio y la complicidad apenas se aprecia entre las partes. Si bien es cierto, parece que su relación va bien porque han decidido mudarse a una espectacular casa ubicada a las afueras de Barcelona, muy cerca tanto del mar como de la montaña.
El exfutbolista está viviendo un verano un poco tormentoso, incluso más que el anterior, porque ahora tiene que lidiar con la custodia compartida de sus hijos, de los que está separado veinte días al mes. Desde que la cantante se mudara a Miami con los niños, ahora tiene que encajar su agenda para poder compartir con sus hijos el tiempo que le corresponde al mes, que suelen ser diez días.
Problemas con su ex
La tensión entre Gerard Piqué y Shakira ha aumentado desde el pasado mes de junio de 2023, momento en el que el hermano de Piqué, Marc, se casó con María Valls. Según el acuerdo de custodia al que la expareja llegó, los hijos de Shakira y Piqué tenían que estar esos días con su madre, y es que la cantante no cedió a cambiar su turno para que los niños pudieran acudir a la boda de su tío con el resto de la familia. Esta celebración la vivieron con sabor agridulce, pese a que la familia de Gerard Piqué rogó a la artista para que accediera, compensando los días más adelante.
En esta celebración estuvo acompañado por Clara Chía, y esta fue su presentación en sociedad con el resto de la familia. Quizás esta fue una de las razones por la que Shakira no accedió a que sus hijos fueran a la boda, para que así no coincidan sus hijos con ella.