Ahora la colaboradora de televisión ha acudido a un evento muy especial rodeada de otros muchos conocidos, y allí ha contado cómo lleva todo. Sobre si está nerviosa por el día de su boda, ha dicho: "No, de momento no estoy agobiada, pero sé que la semana previa me van a entrar los nervios". En cuanto a los preparativos, ha añadido: "Vamos muy bien. Los dos estamos muy contentos y con ganas de que llegue el día".
En cuanto a si irá de blanco -y más casándose con un jugador del Real Madrid- parece que no está del todo claro, porque ha dicho: "La novia tiene que ir como a ella le apetezca. Creo que no debe haber cánones establecidos, sería muy aburrido". Una de las cosas más importantes es decidir el destino para la luna de miel, aunque eso parece que no lo tienen definido: "Hay zonas que me gustan, la costa este de EEUU... África, que tampoco lo conozco, pero claro hay que vacunarse. Tampoco he ido nunca al continente asiático. Hay muchas opciones". Los niños no tendrán un papel protagonista en la boda, porque parece que la pareja ha descartado que se conviertan en los pajes, porque de momento son muy pequeños y no entienden bien las cosas: "Los niños estarán presentes en la boda. No sé si me llevarán el vestido porque son muy pequeños. A ver si se me van a escapar y se van a ir detrás de una pelota. Es demasiada responsabilidad para ellos".
Una boda íntima
Y ha querido aclarar el asunto de los móviles, después de que se dijera que se los iban a quitar a los invitados: "No es quitar el móvil, yo creo que esa expresión queda bastante negativa. Es simplemente decir que vamos a dejar todos el móvil guardado en algún lugar, a buen recaudo, para que podamos disfrutar. Porque a lo mejor algunos invitados se sienten más cómodos sin teléfonos y sin cámaras. Así podrán estar a gusto, felices y se podrán divertir".