Galería: Salida del hospital de Ortega Cano
Después de las declaraciones de los testigos que ha admitido a trámite la Juez del Juzgado penal número 6 de Sevilla, le ha tocado el turno a los expertos del Instituto de Toxicología dar su versión de la situación en la que se encontraba José Ortega Cano la noche del fatal accidente de tráfico en el que murió Carlos Parra.
En la primera sesión del juicio el diestro aseguró, al igual que ya lo hizo durante una primera declaración en septiembre de 2011, que ni había bebido alcohol ni circulaba a más velocidad de la permitida por el kilómetro 28 de la carretera A-8002 a la altura de Castilblanco de los Arroyos.
No obstante, su versión de los hechos ha sido rebatida durante la segunda y tercera sesión del juicio con frases como "me adelantó por la izquierda y siguió invadiendo el carril contrario e incluso el arcén", "no era capaz de mantenerse en pie" o "me llamó la atención el estado en el que iba, tambaleándose".
Y ahora le ha tocado el turno a los peritos encargados de invertigar el suceso. Los expertos del Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla han asegurado que Ortega Cano bebió una "cantidad considerable" de alcohol antes del accidente; de hecho en las fases previas al juicio determinaron que tenía un grado de 1,26 gramos por litro de alcohol en sangre, casi el triple del máximo permitido.
El uso de alcohol sanitario no altera la tasa de alcoholemia
Asimismo, también han descartado que la muestra de sangre que les entregó la Guardia Civil pudiera haberse contaminado o alterado, al igual que también han rechazado la posibilidad de que el uso de alcohol sanitario para la extracción de sangre pudiera alterar la tasa de alcoholemia.
Dos teorías que intentarían utilizar los abogados de Ortega Cano para evitar que el torero sea condenado por los tres delitos que se le imputan: homicidio imprudente, conducción temeraria y otro por circular bajo los efectos del alcohol. Acusaciones por las que la Fiscalía le pido cuatro años de cárcel.