Elena Furiase puede ser muy abierta y simpática con la prensa, lo que siempre es de agradecer, pero desde luego no estaba dispuesta a que se colara nadie en su boda con Gonzalo Sierra. Aquellas escenas en el enlace de sus padres en Marbella en 1983 pueden resultar cómicas vistas con el paso de los años, pero en ese momento ni a Lolita, ni a Guillermo Furiase ni a ningún invitado le hizo gracia presenciar aquella marea de personas que se presentaron a una boda en la que no tenían que estar.
Elena Furiase y su prima Alba Flores con Noah tras el bautizoAsí, la actriz y el músico se encargaron de que en su boda estuvieran los que tenían que estar, que son sus familiares y amigos. Todos ellos fueron citados el 18 de septiembre de 2021 en la finca Dehesa de Montenmedio de Vejer de la Frontera, Cádiz, y hasta allí se desplazó la prensa para captar al menos a los invitados e invitadas que compartieron con Elena Furiase y Gonzalo Sierra su felicidad.
Problemas para acceder
Una de ellas fue Alba Flores. La actriz es prima carnal de la novia y mantiene una relación muy estrecha con ella, tanto es así que Elena Furiase quiso que la hija de Antonio Flores fuera la madrina de su vástago, Noah, nacido en octubre de 2018 fruto de su relación con Gonzalo Sierra. Este gesto no hizo más que estrechar los lazos entre las dos primas, por lo que no había excusa para que no estuviera en su boda. Y allí estuvo, aunque no le resultó fácil entrar. Las medidas de seguridad para acceder a la finca eran importantes, y aunque Alba Flores quizás pensó que no le costaría nada entrar en el que lugar en el que se celebraba la boda de su prima, lo cierto es que no fue así.
Alba Flores a su llegada a la boda de Elena Furiase y Gonzalo SierraAlba Flores apareció conduciendo un coche que tuvo que parar antes de entrar en la finca. Fue en ese momento cuando los fotógrafos aprovecharon para tomar unas fotos y los periodistas para hacerle unas preguntas. La actriz estaba un poco nerviosa e incómoda, pero no por la presencia de la prensa, sino porque no le dejaban pasar: " Venga, por favor, somos primas hermanas. ¿Cómo no voy a estar aquí si soy la prima? ", le dijo Alba Flores al de seguridad, recalcando que su nombre era Alba González Villa.
El encargado de abrir la puerta le dijo que él sabía quién era ella, pero que tenía que comprobarlo. Una vez que vio que estaba todo bien, dejó que entrara el vehículo, en el que también viajaba su madre, la siempre discreta Ana Villa, que tampoco se quiso perder la boda. Afortunadamente, tras este pequeño percance, pudieron acceder al recinto en el que se casaron Elena Furiase y Gonzalo Sierra.
