A principios de julio, Sergio Ramos y Pilar Rubio viajaron a Zahara de los Atunes para disfrutar de unas vacaciones. Junto a ellos estaba la madre de él, Paqui, así que los tres salieron a cenar al hotel restaurante Almadraba de esta localidad gaditana.
Sin embargo, lo que se presentaba como una noche agradable terminó siendo una pesadilla para la familia a tenor del vídeo emitido por 'Sálvame'. En el mismo se ve una pelea entre los Ramos-Rubio y una fotógrafa que les hizo fotos esa noche.
Tensión en Zahara
Hacia las 2 de la madrugada, Sergio, Pilar y Paqui salieron del establecimiento, donde les esperaba esta mujer para hacerles fotos. Como se ve en el vídeo, el enfado fue mayúsculo, y Ramos pidió que no le hiciera fotos y que borrara lo que había hecho, a lo que esta persona se negó.
"Pero bueno, que no pasa nada, te he pedido una foto y ya está", dijo ella, ante lo cual Sergio Ramos comenzó diciendo que estaba de vacaciones y que no tenía que hacerle fotos que no era ningún personaje público, aunque acabó reconociendo que si le hubiera pedido la foto se hubiera puesto: "Tampoco es para que me hagas una foto en toda mi cara ¿no?".
"Esta mujer te está buscando un problema, no se puede ir así por la vida", comentó Pilar Rubio, que preguntó que dónde trabajaba; no hubo opción a la respuesta, ya que la madre de Ramos, que llamó a esta mujer mongola y tonta, se adelantó y dijo que trabajaba amargando a la gente.
La máxima tensión llegó cuando la fotógrafa gritó que Sergio Ramos le había dado un manotazo, lo cual él negó: "No te voy a tocar". Pilar Rubio, acabó estallando también y le espetó: "A lo mejor el manotazo te lo doy yo, que yo sí te lo puedo dar. Pero tengo más educación que tú y no te voy a tocar".
Tras la emisión en el programa, Kiko Matamoros señaló en 'Sálvame' que tiene otra versión que no es la de Sergio Ramos, sino de compañeros de profesión de esta persona. Comentó que ese vídeo fue editado por la fotógrafa y que fue ella quien provocó a Ramos y compañía al meterse dentro del restaurante mientras estaban cenando y hacerles fotos. Aunque la tensión fue máxima, todo quedó en una anécdota.