Así se produjo la ruptura definitiva
La primera crisis tuvo lugar en verano y, al poco tiempo, el se fue por motivos de trabajo a las Semana de la Moda de Londres, Milán y París. Al volver, intentaron poner solución a sus problemas: "Pero los dos estábamos muy crispados y duramos una semana". Fue en Halloween cuando tomaron la decisión final de terminar su relación. Fue Pelayo Díaz el que dio el paso, aunque la anterior vez, durante la primera crisis, fue Andy el que la tomó: "Fue de una manera muy inesperada. Yo pensé que estábamos trabajando en nuestra relación". A pesar de ello, el asturiano asegura no tener nada que reprocharle.
Y no tiene nada que reprocharle porque, pese a los rumores que circulan por ahí, no hubo terceras personas en su relación que motivasen este divorcio: "Ni por mi parte ni por la de Andy", dice muy seguro Pelayo Díaz: "Siempre nos hemos respetado. Su hubiera habido terceras personas no podría ni verle". Algo que, por momento, cree que sería hasta mejor: "Ojalá hubiera una pasado algo para que hubiera una ruptura abrupta", dice muy sincero: "En realidad me alegro de que no haya sido así, pero sería más fácil. Cuando no pasa nada grave y toca llevarse bien es mucho más confuso y doloroso".
Esto el también televisivo reconoce que es el problema que tiene ahora, ya que pese a tomar la decisión todavía no se han separado de forma efectiva: "Nos queremos y pasamos tiempos juntos", de hecho, todavía bajo el mismo techo: "Andy sigue en casa hasta que él encuentre una". Un hecho que parece que, por ahora, no les está afectando: "Lo estamos llevando con humor, bien, sin dramas". De hecho, siguen compartiendo cama y otras tareas como pasear al perro que tienen juntos: "Nos está costando desengancharnos (...) Cómo le voy a echar de menos en el futuro", se lamenta: "Es como cuando te quedan pocos días de vacaciones y sabes que tienes que volver a la rutina, pero te está encantando el hotel".