Pelayo Díaz irradia felicidad. El estilista está pasando por uno de los mejores momentos de su vida gracias a la relación amorosa que inició a principios de 2018 con Andy McDougall. La pareja se quiere tanto que no han podido esperar mucho para consolidar su romance, y el próximo 22 de septiembre del mismo año pasarán por el altar para darse el "sí, quiero" y convertirse en matrimonio. De hecho, ya están ultimando todos los detalles para el gran día y ya tienen hasta las invitaciones que enviarán a todos los asistentes.
Lo cierto es que no hay más que pasearse por sus redes sociales para darse cuenta del amor que se profesan, y es que tanto Díaz como McDougall actualizan periódicamente sus perfiles de Instagram con alguna que otra foto en la que sus miradas son tan profundas que sobran las palabras. "Enamórate de la vida y después de quien tu quieras, decía mi querida Frida Kahlo. Y yo me enamoré perdidamente de ti, Andy", comentaba el que fuera estilista en 'Cámbiame' junto a una dulce postal en la que los dos novios corren por la playa vestidos de blanco... ¿Será esta una pista de cómo serán sus outfits el día de la boda?
Pero el novio de Pelayo no se queda atrás, y es que McDougall saca de vez en cuando esa labia argentina que tanto caracteriza a los de su tierra para dedicar a su chico un profundo mensaje de amor. "Fue, es y será un placer coincidir en esta vida contigo. Solo falta un día para estar así de nuevo", apuntaba el it boy junto a una instantánea tomada el mismo día de playa, si es que son tal para cual.
Chicos fitness
Pero además de colmar sus cuentas de Instagram con cientos de fotografías en las que lucen muy enamorados, Díaz y McDougall también claman a los cuatro vientos que comparten una afición: el deporte y la vida sana. Los dos se lo pasan en grande practicando ejercicio y, además, se ponen en forma para mostrar los tonificados cuerpos de los que pueden presumir. "¡No hay excusas! Así nos preparamos Andy y yo para la boda!", señalaba el estilista junto a una imagen en la que los dos tortolitos hacían 'la plancha' el uno sobre el otro.