Con los papeles firmados y el nidito de amor instalado (la pareja se compró un piso de 147 metros cuadrados en pleno centro de Madrid hace unos meses), Díaz y McDougall tienen claro que entre aquellas paredes no sólo serán dos si no que esperan que pronto haya algún que otro retoño correteando por allí: "Dentro de poco ya los hijos", bromeaba el estilista. Pero entre broma y broma, la verdad asoma: "Sí, si nos gustaría. Yo lo clarísimo", aseguraba. El argentino titubeó un poco más sobre este tema: "No me asustes", le decía a su ya marido.
Pero para el estilista parece que está muy claro. El hecho de tener descendencia era algo que ya rondaba por su cabeza antes incluso de que Andy McDougall llegase a su vida: "El año que conocí a Andy, cuando hice la Interviú, mi máximo interés era ser padre", aseguraba. Pero la vida hizo que a esos planes se uniese el que sería el amor de su vida y el segundo padre de sus hijos. Así que ahora es cuestión de tiempo esperar a que llegue la feliz noticia de que los Pelandy -así se hace llamar el nuevo matrimonio a modo hashtag en sus redes sociales- van a ser papás.
McDougall: "Ahora lo tengo claro"
Y con la sortija ya puesta, el argentino ha entrado de pleno en el mundo de Pelayo Díaz, que ahí es nada. Acostumbrado a ser el que está detrás de los influencers -como relaciones públicas de su propia agencia de representación-, ahora yendo de la mano de uno su vida privada se ha convertido en interés público, algo que él mismo asegura llevar estupendamente: "Lo conozco desde hace un año así que ahora lo tengo claro", aseguró. Además también quiso confesar que fue lo que le enamoró del estilista en menos de un año: "Cada día es algo distinto, es algo diferente. No hay rutina".