Pedro Castro inmortaliza el momento más emotivo de Raquel del Rosario y su hijo Leo en la playa

La feliz familia se desplazó a Venice Beach para disfrutar de un bello atardecer sobre el Pacífico. Pedro Castro logró captar una foto muy especial.

Galería: Raquel del Rosario reaparece tras ser madre

Raquel del Rosario reaparece en un acto público tras ser madre de su hijo Leo

Raquel del Rosario, madrina de una marca de moda infantil

Raquel del Rosario, sonriente y feliz en su primer acto público tras tener a su hijo Leo

Raquel del Rosario en la presentación de una marca de la que es madrina

Raquel del Rosario reaparece tras su maternidad

Raquel del Rosario en su primer acto público tras ser madre

Leo Castro del Rosario se divierte en un parque de Tepoztlan

El pequeño Leo sigue disfrutando de los primeros meses de su vida, una existencia corta pero intensa que comenzó el 15 de julio de 2014 en Gran Canaria, tierra natal de su madre, Raquel del Rosario. Tras haber vivido en España, en Los Angeles y haber pasado una temporada en México, el bebé se ha asentado con sus papás en California.

Allí está disfrutando del oceáno Pacífico, un mar en el que ya se ha bañado junto a su madre en Topanga Beach, y ahora sigue coleccionando atardeceres, como tanto le gusta hacer a Raquel del Rosario y a Pedro Castro en Los Angeles.

La foto más bella

La pareja se trasladó a Venice Beach para disfrutar de la caída del sol, y Pedro Castro, que es un fotógrafo de primera, captó un momento muy bello que ha emocionado hasta el extremo a la canaria al verse reflejada en la cámara.

Raquel del Rosario sostiene a su hijo Leo en un atardecer en Venice Beach

" No encuentro palabras.., photo by papi @pedrocastro1 #VeniceBeach #VeniceBeachSunset #atardecer #sunset #mami #mommy #baby #bebé #love #amor #OnlyLoveIsReal #SpecialMoments #MomentosEspeciales", comentó la vocalista de El Sueño de Morfeo en Instagram.

La instantánea es realmente hermosa, ya que en ella aparecen madre e hijo en la playa. La canaria está sentada en la arena y tiene sujeto a su vástago, que está de pie frente a ella. Ambos tienen pegadas sus cabezas, y en el hueco que se forma entra el sol, que regala sus últimos rayos antes de esconderse.