Peaches Geldof ha salido a hacer la compra junto a su hijo con cara de haber pasado una mala noche, sin maquillar y con ojeras.
No hay paparazzi que se pierda ni un solo paseo de Peaches Geldof a su hijo Astala desde que tropezara por las calles de Londres y acabara el niño en el suelo con el carrito volcado. A Peaches le ha cambiado su vida en este año, es ahora una mujer casada y madre de un bebé de cinco meses.
La modelo británica ya empieza a achacar las consecuencias de tener que cuidar a un recién nacido. Las noches sin dormir se reflejan en las bolsas de sus ojos, demacrada y con el pelo recogido en un moño, daba el aspecto de estar agotada físicamente. Peaches ha salido a hacer la compra junto a su hijo y así de paso le sacaba a tomar el aire, según publica Daily Mail.
El Twitter de Peaches Geldof, una fuente de información de su vida
Orgullosa de su pequeño, Peaches no para de bombardear su cuenta personal de Twitter con fotos de Astala, de su marido Tom y de su perro Parpy; fotos caseras en las que aparece el bebé durmiendo, en pañales, con su padre o ella dándole un beso, que hacen que conozcamos día tras día el crecimiento del pequeño.Además, está felizmente enamorada de Tom, con quien contrajo matrimonio a principios de este mes y lo celebraron junto a la familia en la mansión de su padre Bob. Peaches tiene ya muchas fotos de su boda y también las ha publicado en Twitter para presumir de uno de los días más felices de su vida.