Se inicia el juicio contra la cantante mejicana Paulina Rubio por presunto incumplimiento de contrato en 2010. La demanda se basa en que la artista no apareció en un concierto en la ciudad de Tunja (Colombia), dejando con ganas de verla a unas 30.000 personas, al presidente de Colombia, al Gobernador de Boyacá, a dignatarios de 23 países y a artistas de la talla de Marc Anthony, los niños cantores de Viena y el también mexicano Marco Antonio Solís.
Los demandantes alegan que el contrato firmado estipulaba la actuación en dos conciertos en Colombia, uno en Bogotá y otro en Tunja. El segundo de éstos nunca llegó a producirse debido a la imposibilidad de volar a la ciudad.
Se negó a viajar cinco horas en coche hasta Tunja y exigió un avión privado. Pese a que esas no eran las condiciones del contrato, CMG Entertaiment fletó un avión privado por 6.000 dólares que Paulina pagó.
Larga espera para el piloto que no pudo despegar
La intérprete tardó más de cinco horas en aparecer en el aeropuerto, retraso que repercutió decisivamente en el vuelo, puesto que la avioneta no pudo despegar por las restricciones del espacio aéreo. La mejicana notificó que no pudieron volar a Tunja por las condiciones climáticas.
Un conflicto que parece tener un claro vencedor en las argumentaciones, pero que se resolverá en el próximo mes de agosto con Paulina presente en los tribunales. La sensual cantante también se enfrenta a la demanda de divorcio de Nicolás Vallejo-Nágera en un tribunal de familia del centro de la misma ciudad, a unos pasos de donde se llevará a cabo el juicio antes comentado.