Que Paula Echevarría y David Bustamante está en crisis es una realidad. Que él ha salido del domicilio familiar mientras ella sigue allí con su hija Daniella también lo es. Y que ambos están haciendo todo lo que está en su mano para que la menor no sufra y que, en la medida de lo posible, pueda seguir haciendo una vida familiar 'normal', también.
Ahora bien, la cuestión de su ruptura va mucho más allá. Antes de entrar al tema sentimental puro y duro, lo cierto es que los Brangelina españoles son una caja de hacer dinero con diferentes promociones y actos; hace ya varias temporadas que promocionan una marca de gafas de sol que lucen cada verano en sus tradicionales vacaciones en Ibiza -escapada que, por cierto, no se produjo el pasado año-.
Por tanto, al tiempo que traten sus sentimientos, también tendrán que tener en cuenta ciertos temas económicos publicitarios que están en juego. Pero dejando a un lado la economía, lo cierto es que la pareja se quiere muchísimo. De eso no cabe duda. Sus miradas, sus gestos y su complicidad siempre han sido un hecho.
Bustamante tendrá que cambiar para salvar la crisis
La actriz ha decidido acabar con la situación. Tras una década de matrimonio, tienen que tratar de reconducir su relación; de hecho Kike Calleja ha asegurado que ella podría haber sido la encargada de filtrar la relación para dar el escarmiento y empujón definitivo a Bustamante si quiere salvar la crisis.
Solo el tiempo dirá si Paula Echevarría y David Bustamante logran superar este profundo bache en el que están y volver a ser una pareja feliz y pletórica. Durante sus vacaciones de Navidad en Gran Canaria la actriz ya lanzó toda una declaración de intenciones que ahora ha cobrado todo el sentido: "Propósito de #AñoNuevo .. que cada día de nuestra vida sea como el de hoy.. #Love @davibusta". Tendrán que trabajar en ello.